viernes, 6 de noviembre de 2009

La anexión de Colombia a Estados Unidos

La anexión de Colombia a Estados Unidos
6 Noviembre 2009
Cualquier persona medianamente informada comprende de inmediato que el edulcorado “Acuerdo complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos”, firmado el 30 de octubre y publicado en la tarde del 2 de noviembre, equivale a la anexión de Colombia a Estados Unidos.
El acuerdo pone en aprietos a teóricos y políticos. No es honesto guardar silencio ahora y hablar después sobre soberanía, democracia, derechos humanos, libertad de opinión y otras delicias, cuando un país es devorado por el imperio con la misma facilidad con que un lagarto captura una mosca. Se trata del pueblo colombiano, abnegado, trabajador y luchador. Busqué en el largo mamotreto una justificación digerible, y no vi razón alguna.
En 48 páginas de 21 líneas, cinco se dedican a filosofar sobre los antecedentes de la vergonzosa absorción que convierte a Colombia en territorio de ultramar. Todas se basan en los acuerdos suscritos con Estados Unidos después del asesinato del prestigioso líder progresista Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, y la creación de la Organización de Estados Americanos, el 30 de abril de 1948, discutida por los Cancilleres del hemisferio, reunidos en Bogotá bajo la batuta de Estados Unidos los días trágicos en que la oligarquía colombiana tronchó la vida de aquel dirigente y desató la lucha armada en ese país.
El Acuerdo de Asistencia Militar entre la República de Colombia y los Estados Unidos, en abril de 1952; el relacionado con “una Misión del Ejército, una Misión Naval y una Misión Aérea de las Fuerzas Militares de los Estados Unidos”, suscrito el 7 de octubre de 1974; la Convención de Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, de 1988; la Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, de 2000; la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad, de 2001, y la Carta Democrática Interamericana; la de Política de Defensa y Seguridad Democrática, y otras que se invocan en el citado documento. Ninguna justifica convertir un país de 1 141 748 kilómetros cuadrados, ubicado en el corazón de Suramérica, en base militar de Estados Unidos. Colombia posee 1,6 veces el territorio de Texas, segundo Estado de la Unión en extensión territorial, arrebatado a México, que después sirvió de base para conquistar a sangre y fuego más de la mitad de ese hermano país.
Por otro lado, han transcurrido ya 59 años desde que soldados colombianos fueron enviados a la distante Asia para combatir junto a las tropas yankis contra chinos y coreanos en octubre de 1950. Lo que el imperio pretende ahora es enviarlos a luchar contra sus hermanos venezolanos, ecuatorianos y otros pueblos bolivarianos y del ALBA, para aplastar la Revolución Venezolana, como trataron de hacer con la Revolución Cubana en abril de 1961.
Durante más de un año y medio, antes de la invasión, el gobierno yanki promovió, armó y utilizó las bandas contrarrevolucionarias del Escambray, como hoy utiliza a los paramilitares colombianos contra Venezuela.
Cuando el ataque de Girón, los B-26 yankis tripulados por mercenarios operaron desde Nicaragua, sus aviones de combate eran transportados hacia la zona de operaciones en un portaaviones, y los invasores de origen cubano que desembarcaron en aquel punto venían escoltados por buques de guerra y la infantería de marina de Estados Unidos. Hoy sus medios de guerra y sus tropas estarán en Colombia, no sólo como una amenaza para Venezuela sino para todos los Estados de Centro y Suramérica.
Es realmente cínico proclamar que el infame acuerdo es una necesidad de la lucha contra el tráfico de drogas y el terrorismo internacional. Cuba ha demostrado que no se necesitan tropas extranjeras para evitar el cultivo y el tráfico de drogas y mantener el orden interno, a pesar de que Estados Unidos, la potencia más poderosa de la tierra, promovió, financió y armó durante decenas de años las acciones terroristas contra la Revolución Cubana.
La paz interna es prerrogativa elemental de cada Estado; la presencia de tropas yankis en cualquier país de América Latina con ese propósito es una descarada intervención extranjera en sus asuntos internos, que inevitablemente provocará el rechazo de su población.
La lectura del documento demuestra que no sólo las bases aéreas colombianas se ponen en manos de los yankis, sino también los aeropuertos civiles y en definitiva cualquier instalación útil a sus fuerzas armadas. El espacio radioeléctrico queda también a disposición de ese país portador de otra cultura y otros intereses que nada tienen que ver con los de la población colombiana.
Las Fuerzas Armadas norteamericanas disfrutarán de prerrogativas excepcionales.
En cualquier parte de Colombia los ocupantes pueden cometer delitos contra las familias, los bienes y las leyes colombianas, sin tener que responder ante las autoridades del país; a no pocos lugares llevaron los escándalos y las enfermedades, como hicieron con la base militar de Palmerola, en Honduras. En Cuba, cuando visitaban la neocolonia, se sentaron a horcajadas sobre el cuello de la estatua de José Martí, en el Parque Central de la Capital. La limitación relacionada con el número total de soldados puede ser modificada por solicitud de Estados Unidos, sin restricción alguna. Los portaaviones y barcos de guerra que visiten las bases navales concedidas llevarán cuantos tripulantes requieran, y pueden ser miles en uno solo de sus grandes portaaviones.
El Acuerdo se extenderá por períodos sucesivos de 10 años, y nadie puede modificarlo sino al final de cada período, advirtiéndolo un año antes. ¿Qué hará Estados Unidos si un gobierno como el de Johnson, Nixon, Reagan, Bush padre o Bush hijo y otros similares, recibe la solicitud de abandonar Colombia? Los yankis fueron capaces de derrocar decenas de gobiernos en nuestro hemisferio. ¿Cuánto duraría un gobierno en Colombia si anunciara tales propósitos?
Los políticos de América Latina tienen ahora ante sí un delicado problema: el deber elemental de explicar sus puntos de vista sobre el documento de anexión. Comprendo que lo que ocurre en este instante decisivo de Honduras ocupe la atención de los medios de divulgación y los Ministros de Relaciones Exteriores de este hemisferio, pero el gravísimo y trascendente problema que tiene lugar en Colombia no puede pasar inadvertido por los gobiernos latinoamericanos.
No albergo la menor duda sobre la reacción de los pueblos; sentirán el puñal que se clava en lo más profundo de sus sentimientos, en especial el de Colombia: ¡se opondrán, jamás se resignarán a tal infamia!
El mundo enfrenta hoy graves y urgentes problemas. El cambio climático amenaza a toda la humanidad. Líderes de Europa casi imploran de rodillas algún acuerdo en Copenhague que evite la catástrofe. Presentan como realidad que en la Cumbre no se alcanzará el objetivo de un convenio que reduzca drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero. Prometen proseguir la lucha por alcanzarlo antes de 2012; existe riesgo real de que no pueda lograrse antes de que sea demasiado tarde.
Los países del Tercer Mundo reclaman con razón a los más desarrollados y ricos cientos de miles de millones de dólares anuales para costear los gastos de la batalla climática.
¿Tiene algún sentido que el gobierno de Estados Unidos invierta tiempo y dinero en construir bases militares en Colombia para imponer a nuestros pueblos su odiosa tiranía? Por ese camino, si un desastre amenaza al mundo, un desastre mayor y más rápido amenaza al imperio, y todo sería consecuencia del mismo sistema de explotación y saqueo del planeta.
Fidel Castro Ruz

domingo, 11 de octubre de 2009

Obama y la política hacia Cuba

Dr. C. Esteban Morales
...Alguien me preguntaba, si Cuba esta preparada para enfrentar esa política। Yo le decía, que si cincuenta años después, no podemos enfrentarla, e incluso vencerla, no merecemos sobrevivir...

A modo de introducción।- Mientras más trascurre el tiempo de ejecutoria de la administración de Barack Obama, se hace más difícil caracterizar la política de Estados Unidos hacia Cuba। Primero, sin dudas, la política hacia Cuba continua impactada por lo que hemos dado en llamar el “Cambio de Foco de la Política de Estados Unidos Hacia Cuba”, fenómeno este que se produjo, cuando en medio de los acontecimientos de entre finales de los años 80 y principios de los noventa, que impactaron a Cuba, dígase la crisis económica del periodo 1989-1994, el desplome de la URSS y los fenómenos de corrupción y narcotráfico en Cuba, junto a la retirada de las tropas cubanas de Angola, los políticos norteamericanos percibieron que Cuba se contraía de su activismo internacional y que al mismo tiempo, comenzaban a afectarla asuntos internos de suma gravedad, que aconsejaban, a estados Unidos, desviar el foco de su política, de la atención preferente a la presencia internacional de Cuba, hacia la dinámica de la situación interna cubana. Resultado de que se consideraba entonces, que Cuba a lo interno, ofrecía las mejores oportunidades para derrocar a la Revolución. Hoy esa percepción antes mencionada no resulta ser tan crítica, pero aun el contexto antes mencionado no ha sido superado, por lo que continúa sirviendo de marco mas general a la actual política de Estados Unidos hacia Cuba. A todo ello se suma que no se ve coincidencia clara entre la política hacia Cuba que está siguiendo Obama y el resto de la política exterior norteamericana, por lo que parece haber, en la política hacia Cuba, una cierta descontextualización de la Isla, del contexto general que caracteriza al resto de la política exterior norteamericana. Pareciendo, al mismo tiempo, como si Cuba estuviese ahora siendo tratada como un caso aparte (test case) por parte de la administración de Barack Obama CUBA-ESTADOS UNIDOS EN EL 2009.En noviembre del 2008 Barack Obama (Demócrata) accede a la presidencia, con la propuesta, entre otras, de conversar con la dirección política cubana. Tal posición, comenzó siendo inédita para los últimos 30 años, en que ningún presidente norteamericano había planteado esta intención. Finalmente esa actitud ha vuelto a quedar en alguna medida condicionada, como siempre lo fue, aunque recientemente ya se conversa sobre Migración conversaciones suspendidas en el 2004) y sobre Correo Postal ( suspendido en 1963 ).Todo ello dentro de la visita realizada a Cuba por Bisa Williams, subsecretaria de Estado adjunta de Estados Unidos para América Latina, quien viajo a Cuba el 17 de septiembre 2009, al frente de una delegación. Momento en que parece hoy estarse conversando también sobre otros asuntos de mutuo interés que no han sido divulgados. Observándose también un actuar de la administración, con cierta independencia de los factores que antes influyeron en la política hacia Cuba. Entonces, Obama, comienza su campaña respecto a Cuba, en el 2008, sobre la base de actitudes que, en el discurso, ya lo acercaban más a los periodos distensivos de las relaciones entre ambos países, que a los caracterizados por la mas abierta agresividad. Su campaña electoral presidencial, en relación con el tema cubano Obama la realizo sobre la base, no solo de su disposición a conversar con Cuba, sino también de eliminar las restricciones que George Bush había impuesto sobre las remesas y los viajes a Cuba( positivas medidas, aunque muy limitadas ), expresando, al mismo tiempo, que estaría dispuesto a dialogar con la dirección cubana, satisfaciendo, dentro de ello, los intereses de la mayoría de la llamada comunidad cubana-Americana. Sin embargo, el aspirante a la presidencia, también expresó que mantendría el “embargo”, respaldando de ese modo los intereses de los sectores más reaccionarios dentro de esa comunidad y de la derecha cubano Americana en general. De ese modo, en su discurso de campaña en Miami, Obama daba a cada sector de la comunidad, lo que cada uno esperaba, estrategia que le resulto muy provechosa, ayudándole a ganar el estado de La Florida. No obstante, desde el propio discurso mencionado, se observaba claramente un comportamiento, del entonces aspirante a la presidencia, como si el hubiese tenido todo los hilos para con Cuba, hacer las cosas como deseaba. Tal parecía que Obama pondría la agenda, invitaría a quien el quisiera a las conversaciones y en general, que llevaría a Cuba a la mesa de negociaciones que el preparase. Situación que comienza a variar un poco, cuando ahora Obama, ya como presidente, después de ocho meses de mandato, toma iniciativas unilaterales de acercamiento a Cuba. Pero lo que mas absurdo nos ha parecido y nos llama poderosamente la atención, era que un individuo como Obama, considerado como un político inteligente, renovador y con cierto espíritu negociador, decidiese desde el principio, mantener el bloqueo contra Cuba. Con lo desprestigiado que ha resultado ser este instrumento, tan cuestionada su eficiencia, criticado, tanto interna como externamente, a nivel hemisférico e internacional y tan sometido por Cuba a un tratamiento que le ha impedido a Estados Unidos que el bloqueo cumpla con los propósitos para los cuales fue diseñado. Tanto en su funcionamiento de instrumento de guerra económica, como en la intención de utilizarlo como plataforma de presiones políticas contra Cuba No obstante, si tomamos en cuenta las actitudes y medidas adoptadas por Obama en sus primeros ocho meses de mandato, en la política hacia Cuba, podremos percatarnos de lo siguiente. Resumiendo se puede decir: 1-Obama había declarado, desde el principio, que quitaría la prisión de la Base Naval de Guantánamo, aunque ha restaurado los tribunales para juzgar a los presos y sufrió una derrota importante dentro del Congreso, en sus intenciones de que este le asignase el dinero para iniciar las operaciones de desmantelamiento de la prisión. Mas recientemente, según declaraciones de la propia administración, no parece haber seguridad de que esta medida pueda llegar a ser cumplida. 2-Ha cumplido su promesa de levantar las restricciones a las remesas. Aunque también ha solicitado al gobierno cubano rebajar la tasa de descuento al dinero remesado hacia Cuba desde Estados Unidos. No hay límites para el envío de remesas.


3- Ha levantado las restricciones a los viajes de los cubano-americanos a Cuba y viceversa. Tampoco hay límites para los viajes. 4- Complementa tales medidas con la extensión del concepto de familia, es decir, amplía las personas que pueden recibir remesas y paquetes, así como dinero para viajar, a diferencia de las restricciones llevadas adelante por G.Bush. 5-No plantea límites a las remesas ni a los viajes, incluso ampliando la cantidad de dinero que los cubano-americanas pueden gastar con sus familiares en Cuba a 180 dólares diarios, hasta ahora. 6- Se permite una negociación entre las empresas de telecomunicaciones norteamericanas y ETECSA en Cuba, que facilitaría que a los familiares residentes en Estados Unidos pagar Internet y teléfono celular desde Estados Unidos, a sus familiares en Cuba. 7-Ampliación de la lista de productos que pueden contener los paquetes que se envían a Cuba. Incluyendo ahora, ropas, zapatos, efectos electrodomésticos y de alta tecnología, tales como radios satelitales, televisores, computadoras y otros. Por lo cual, Obama ha llevado las flexibilidades con Cuba, más allá de las restricciones que le fueron impuestas por G. Bush en su momento. Pero, sin embargo, al plantearse levantar tales restricciones mencionadas, el Presidente, vuelve sobre sus pasos, con más de lo mismo, en los casi 50 años de política agresiva contra Cuba. 1) Como ya dijimos, plantea mantener el bloqueo. Lo ratifico el 14 de septiembre último. Continuando la practica de robar fondos cubanos y otros bienes congelados en bancos norteamericanos.2) Condiciona el diálogo con Cuba, a que esta cumpla los principios de derechos humanos, libertades civiles y democracia, que siempre se le han tratado de imponer a la Isla. Aunque, al mismo tiempo, dialoga con Cuba sobre asuntos puntuales, sin condicionamientos de ningún tipo: migración, correo postal, entre otros. 3) En el plano externo vuelve sobre las viejas exigencias, acusando a Cuba de país terrorista y exigiendo que debe cumplir los requisitos de la llamada Carta Democrática de la OEA. Es decir, Obama vuelve sobre los mismos principios para condicionar los cambios de la política hacia Cuba, para que esta última haga concesiones en aspectos que afectan su soberanía tanto interna como internacional. Pero ha avanzado más en los acercamientos a Cuba, de lo hecho por cualquier administración, excepto la de James Carter. De modo que la Subsecretaria de Estado en su visita ya mencionada, aunque se reunió con la “disidencia “no esgrimió los condicionamientos hasta ahora planteados y además se interesó por visitar las zonas afectadas por los huracanes y una instalación agrícola. De todos modos, Obama, debe saber, que más de 30 años atrás Cuba no aceptó tales condicionamientos, mucho menos estaría ahora dispuesta a aceptarlos. ¿Sobre qué base Obama piensa que Cuba pudiera aceptar ahora las condicionantes que nunca ha aceptado? Pienso, todo parece indicar, que en los recientes acercamientos, a través de su Subsecretaria de Estado Obama no esgrime los condicionamientos, tal vez por entender que por esa vía no lograra realmente acercarse a Cuba. Pienso que es útil recordar como tuvieron lugar las cosas durante la administración de James Carter, último período en que ambos países negociaron seriamente sus diferencias, como parte de un dialogo dirigido a mejorar las relaciones. 1-James Carter llegó a la presidencia con intenciones honestas de cambiar la política hacia Cuba y normalizar las relaciones. Tales intenciones aún no se observan claramente en Obama, aunque sin dudas ha avanzado desde su discurso en Miami. 2-En la época de Carter ambos gobiernos negociaron y llegaron a un grupo acuerdos importantes sin condicionamiento de ningún tipo. Al principio, ni Cuba antepuso el levantamiento del bloqueo como una condición para negociar, ni Carter condicionó, al principio, las negociaciones a que Cuba hiciese ningún gesto. Estos condicionamientos aparecieron después, en 1978. Por su parte, Obama, si condiciona los pasos decisivos para un cambio de política con Cuba, a que esta última de “señales” que satisfagan los intereses de Estados Unidos. Aunque en sus más recientes pasos parece estarse moviendo hacia una posición más conciliatoria. 3-No se observan todavía en Obama intenciones claras de conversar sus diferencias políticas de fondo con Cuba, a pesar de que las presiones que ahora Estados Unidos tiene sobre sí, especialmente hemisféricas, le sugieren tener una actitud más negociadora con la Isla. 4-Obama, a casi 50 años después de establecido el bloqueo, parece confiar en este como un instrumento de presión contra Cuba. Pero el bloqueo no solo ha mostrado su inefectividad, sino que además es una política fracasada, que prácticamente no tiene adeptos en ninguna parte, fuera del círculo de la extrema derecha que apoyó a G. Bush. Entonces nos preguntamos, ¿salvo en llevar las cosas a como estaban antes, tal vez un poco mas allá, eliminando las restricciones a los viajes y a las remesas y otros asuntos puntuales, ¿en qué realmente se diferencia la política de Obama hacia Cuba de la de G. Bush? Como ha quedado ya demostrado, particularmente, condicionar aspectos bilaterales de las relaciones entre ambos países a los aspectos multilaterales o internacionales, nunca dio resultado. Ahora mucho menos, cuando Cuba tiene un nivel de prestigio, aceptación hemisférica y fuerza a nivel internacional como no tuvo nunca antes. Por lo que con esa política, como sabemos, hace mucho tiempo ya, es Estados Unidos quien ha venido resultando aislado y no Cuba. Obama, paradójicamente, parece mostrar la misma tozudez imperial que Bush, cuando no utiliza la capacidad política que le daría en el hemisferio tratar de negociar sus diferencias con Cuba, lo cual le han pedido casi todos los mandatarios de la región. Posición hacia la que recientemente parece estarse moviendo, aunque muy lentamente y solo en asuntos puntuales hasta ahora. Al parecer, ¿alguna “cabeza caliente” y mal intencionada le ha dicho a Obama que aún el bloqueo podría ser efectivo? No es de dudarlo, con toda la gente de derecha que le rodea, entre ellas, la Secretaria de Estado. ¿O solo se trata de que el presidente no está en condiciones ni disposición de echarse encima los enemigos que no aprobarían levantarlo?, los que no son pocos aún. Por todo ello que pienso, que tiene que haber una estrategia, o al menos una política en formación, detrás de las acciones y el discurso de Obama para con Cuba actualmente. Por lo que en tal sentido y a nivel de hipótesis consideramos lo siguiente: Por el modo en que el señor Obama ha manejado los asuntos de Cuba en sus primeros meses de gobierno, todo parece indicar que: 1-Obama quiere seguir utilizando el bloqueo como una palanca de presión contra Cuba. Pero dentro de ese contexto, busca rediseñar la utilización de sus instrumentos, combinándolos con un discurso diferente. Es decir, parece ser que para Obama el bloqueo no ha sido ineficiente en si mismo, sino por habérsele utilizado de manera no adecuada en sus instrumentos y además por haber combinado el uso de esos instrumentos con un discurso demasiado agresivo e inflexible Recordemos, que la preocupación fundamental con Bush, por parte de varios de los ideólogos que ahora acompañan a Obama, fue que a Bush se le había ido la mano en la agresividad, tanto en las medidas como en el discurso. 2-Se perfila claramente una estrategia que diferencia a Obama de la seguida por Bush. Mientras este último alejaba a Cuba de los cubanos residentes en los Estados Unidos, Obama quiere acercarla.3- Obama, en realidad, parece querer dividir el bloqueo en dos: como este afecta al ciudadano común en la Isla y como al gobierno. -Levanta las restricciones a las remesas y los viajes y amplía el marco en que estas relaciones se darían: los cubanos pueden enviar cualquier cantidad de dinero a todos los familiares que deseen; pueden viajar a Cuba cuando quieran y cuantas veces deseen; además, pueden gastar más en Cuba y como si fuera poco los familiares de Estados Unidos podrían, a los cubanos de la Isla, costearles Internet y teléfonos celulares y otros medios de comunicación. -Obama amplia la lista y el monto monetario de los productos que pueden venir en los paquetes que se envían hacia Cuba. -Mientras, Obama amplia y extiende familiarmente las beneficiarios de las remesas, exige también al gobierno cubano que baje la tasa de descuento del dinero que se envía a Cuba. Lo que sin duda, puede ser una medida muy popular en la Isla. -Finalmente, se planea introducir los vuelos comerciales, para ampliar las capacidades de viaje entre ambos países. Todos los anteriores, son asuntos que tocan de lleno los intereses del ciudadano común. Siendo esta la forma, por lo general, más directa, en que todos los cubanos de la Isla, con familiares en Estados Unidos, o a veces sin ellos, sienten el bloqueo y la agresividad de la política norteamericana. Tornándose ello en el aspecto más masivamente sensible del impacto de la política norteamericana hacia Cuba. Para los cubanos, incluidos los de la Isla, Obama tiene un conjunto de medidas y un discurso que trata de aislarlos de los efectos del bloqueo, al mismo tiempo acercándolos en ambos lados del estrecho de la Florida. Haciendo algo que ha sido un reclamo de muchos y una intención incluso de la derecha norteamericana, que aun apoya el bloqueo, no afectar al cubano común, sino al gobierno de la Isla. Tratándose supuestamente de un cínico ¿Bloqueo humanitario? O de ¿instrumento para viabilizar el trabajo ideológico dentro de Cuba? -La otra parte del bloqueo, es la que toca de lleno a las relaciones económicas del país visto de conjunto; esa parte, circunstancialmente más alejada del ciudadano común, de aquel que se beneficia únicamente de la ayuda de sus familiares en el extranjero, que nada tiene que ver con la mayoría del pueblo cubano, o sí, porqué a través de los negocios del mercado negro y otros similares ayudan al desmontaje y corrupción del sistema económico socialista en Cuba y a acentuar las diferencias sociales, mientras que la dirigencia política sufre directamente en su proceso de conducir la vida y a la economía del país. Por supuesto, esta parte también afecta al ciudadano común en Cuba, pero lo hace de manera menos directa, en una magnitud más repartida, y a través de múltiples mediaciones. Porque no se trata de algo que todos los cubanos implicados sientan directamente cada día en sus espaldas.Aunque esta forma de manejar el bloqueo no es más que un subterfugio para engañar al ciudadano cubano, tratando de hacerle creer que este no les afecta. Cuando en realidad son muy fuertes esas afectaciones, cuando sabemos que Cuba no puede exportar a Estados Unidos ni importar normalmente; no pude adquirir productos que contengan mas de un 10% de componente de tecnología norteamericana; que el Dpto. del Tesoro puede congelar y confiscar las transferencias en dólares a entidades cubanas; que Washington prohíbe que embarcaciones de terceros países atraquen en puertos norteamericanos, por 180 días, si estas antes han tocado puertos cubanos; que se persigue a entidades financieras que comercian y operan con Cuba; que Estados Unidos, finalmente, no permite a sus ciudadanos viajar a Cuba. Entonces, la estrategia del presidente Obama, al menos para mi, parece estar clara. En todo lo que de manera directa el bloqueo afecte al ciudadano común, Obama muestra interés por flexibilizar y presentarse con un rostro benefactor; brindándole, entonces, como contrapartida, la oportunidad a la dirigencia política del país que hagan el papel de malos o el ridículo. Contexto en el cual, si la situación no es mejor, para el ciudadano común, ello se debería a las inflexibilidades de la Administración Cubana, que no esta dispuesta a aceptar las condiciones que Estados Unidos plantea para normalizar las relaciones; cuestiones por demás, que al parecer son inofensivas: más democracia, derechos humanos y libertades civiles. Cosas todas, que por demás, Cuba también lucha por mejorar, dentro del declarado proceso de perfeccionamiento de su sistema político.Obama, en definitiva, quiere enfrentar a Cuba a los significativos retos que representaría para ella competir con una sociedad rica, opulenta, atrayente, situando a los simples bienes materiales por encima de los valores morales y espirituales. Se trata de que Obama quiere cambiar los marcos de la institucionalidad en que el ciudadano común y el gobierno cubano se deben interrelacionar. Como ya ha dicho el Presidente en varias ocasiones, “... hacer que el ciudadano común dependa menos del gobierno”, (desmontando paulatinamente, con poca resistencia interna, el socialismo en sus estrategias económico sociales e ideológicas fundamentales de proyecto colectivo, sin contradicciones evidentes con el pueblo cubano, pero sí con el gobierno y el PCC, apelando al proyecto individual, “con anestesia, y que entonces, si el gobierno es un freno a sus aspiraciones, que sean los propios ciudadanos de la Isla los que pidan a gritos y en manifestaciones, las “flexibilidades” que la administración estadounidense esta exigiendo a Cuba. Esa es la intención: subvertir al País, supuestamente, de manera pacifica. Es decir, Obama, partidario del “poder blando”, o simplemente, un político talentoso y hábil, que reordena prioridades teniendo en cuenta, hasta cierto punto, las nuevas condiciones históricas de América Latina, en las cuales Cuba, aparece como aislada geográficamente, por lo que tendría un lugar menos relevante en las contradicciones que objetivamente amenazan el poderío imperial de los EUA. Este último entonces, continúa utilizando el bloqueo, pero solo en la dirección en que le beneficiaría de manera más directa en sus intereses de subversión interna de Cuba. La cual aparece también mucho más barata, como parte del cambio y la crisis económica mundial. Buscando con ello de desprestigiar al gobierno cubano y haciendo aparecer a los Estados Unidos como benefactor, para así ganarse la simpatía de los cubanos de la Isla, hasta lograr que estos se manifiesten masivamente en la dirección de los intereses de Estados Unidos. Es decir, todo parece indicar, que Obama opera ahora cambiando el escenario en que Cuba tiene que enfrentar a la política norteamericana. Este escenario había cambiado ya con anterioridad a la elección de Obama, pues la guerra en Irak impidió a Bush dar prioridad a la situación en América Latina, o, sencillamente desvió su atención de lo que sucedía en la región, y en ese contexto se consolidó el gobierno de Chávez, se eligieron a Evo, a Correa, y se dio una oportunidad a los movimientos sociales para avanzar y radicalizarse en sus acciones. Por lo que a la llegada de Obama al poder, todo había cambiado y él tuvo que enfrentar la nueva situación, en medio de una crisis capitalista mundial, guerras heredadas y otros fenómenos no menos graves. Obama mantiene el bloqueo, pero lo sectorialaza, orientando sus ataques mas fuertes hacia el gobierno, mientras adopta medidas hacia el ciudadano común (Sobre todo hacia el que recibe algún tipo de ayuda de sus familiares en el extranjero, matiz es importante para incrementar las diferencias sociales y destacar sus ventajas y aupar el individualismo .), que de manera directa lo beneficia materialmente, buscando comprometerlo individualmente tratando de provocar en él un proceso de desconcientización política ( equivalente al desmontaje del socialismo “con anestesia”.) respecto a las preocupaciones mas elevadas, que tienen que ver con el carácter criminal del bloqueo, la agresión a la soberanía del país y con la defensa del proyecto revolucionario.Todo lo anterior se complementa con un proceso negociador, que hasta ahora no debate nada de fondo en la política (Pero, sin que podamos olvidar que cualquier gesto, todo, es parte de ella), y que solo se circunscribe a la adopción de medidas del mismo tipo. Al mismo tiempo, se elimina el discurso agresivo, desaparece el tele periódico ofensivo de la fachada de la Oficina de Intereses y viene una Subsecretaria de Estado en aparente actitud conciliadora.Sin dudas también, esta actitud de Obama con relación a Cuba, no se parece a la agresividad que la administración esta desplegando en otras áreas de su política exterior, afectada por los empujes de la extrema derecha, la critica situación económica interna, la incapacidad ( o, impotencia.) que muestra Obama para controlar otras áreas de la política exterior y el grado de peligrosidad que amenaza su persona. Por lo que cabria también preguntarse. ¿Esta experimentando Obama con Cuba como un Test Case de lo que quisiera que fuera su política hacia otras áreas? Tampoco es posible olvidar que esta política y en general la política de la derecha de los EUA, está asesorada por científicos sociales. Es científica, siguiendo, desde luego, los intereses de la clase dominante en ese sistema) Es con Cuba, donde único Obama ha logrado avanzar algo en la política que anunció durante su campaña y poco después de tomar la presidencia. Sus promesas respecto a Irak., Irán el Conflicto Árabe-Israelí, América latina y el Caribe, Rusia, Afganistán y otros espacios de la política exterior norteamericana, prácticamente, están naufragando. Lo que esta ocurriendo en Honduras es la bancarrota de la política que anunció Obama en la ultima Cumbre de las Américas. Porque justamente, están ocurriendo cambios objetivos, dada las graves contradicciones internas y externas del sistema capitalista mundial, eso no lo puede controlar Obama, funciona según leyes económicas, políticas, sociales, etc. Tendría que ocurrir un suicidio de la clase burguesa mundial para que los cambios objetivos se llevaran a cabo sin el fracaso de sus políticas, las de Obama y la ultraderecha norteamericana, y eso no está a la vista. Entonces, ¿Tiene Obama una política hacia Cuba? Si la tiene (Hasta donde él puede llegar); de compás de espera, provisional o de corto plazo, pero la tiene. ¿Es entonces la política de Obama igual a la de Bush? Pienso que no. ¿Es la política de Obama más de lo mismo? Tampoco. ¿Es la política de Obama más inteligente que la de Bush? Si lo es, porque es más difícil de enfrentar y, contrarrestar; dado que obliga a Cuba a combatir dentro de un escenario político al cual la Isla no ha estado .La Isla estado habituada a combatir en medio de la confrontación, el ataque despiadado y la continua amenaza de invadirla; no dentro de un escenario político en el cual sean fuertemente utilizados los llamados “poderes blandos” o una estrategia política inteligente. No es absurda, porque no concuerde con nuestros objetivos y fines socialistas, muy al contrario, sigue una lógica específica la del sistema del cual deseamos nosotros diferenciarnos. Esto último, parece estarse jugando como el centro de la actual política de Obama hacia Cuba, aunque no se pueda decir lo mismo de la política hacia regiones como Irak y Afganistán, ni de modo general hacia América Latina. Sin dudas, Cuba parece perder prioridad dentro de la agresividad de la política de Estados Unidos, salvo cuando aparece aliada a otros procesos latinoamericanos. Cuba, también transita por una etapa muy difícil: paulatino proceso cambio de generación en la dirección del país, llegada de nuevos dirigentes al poder. Esto es un desafío para Cuba, mientras para EUA una oportunidad muy bien estudiada, esperada y valorada por sus científicos sociales. Por otra parte, la integración de A Latina es un proceso largo y complejo, pues aunque nos favorecen las similitudes idiomáticas y de historia colonial y neocolonial, nos separan multitud de otros factores culturales y sociales. Sin dudas, Estados Unidos vuelca su agresividad, a la vieja usanza, hacia procesos como los de Venezuela, Bolivia, Ecuador y otros. Tal vez, con el comportamiento que sigue ahora con Cuba, Estados Unidos busca separar, a la Isla, de sus aliados mas importantes en el hemisferio. En realidad todo puede ser, porque hace muchos años ya que Estados Unidos no había buscado ningún acercamiento con Cuba. ¿Por que lo busca ahora? Creo que hay que preguntárselo con toda seriedad. Pero la gran debilidad de la política de Obama, es que trata de llevarla adelante en un contexto dentro del cual se presentan las mejores condiciones internacionales para Cuba. Aunque tal política no deja de ser un reto que la Isla debe enfrentar, utilizando sus máximas capacidades internas y externas. Por tanto, en el contexto actual que se le presenta a la administración de Obama y tomando en consideración que este no se haya en condiciones, ni tiene hasta ahora interés de levantar el bloqueo, esta en que el Presidente ha seleccionado la única variante posible, aunque ya clásica, de la política Americana: “garrote y zanahoria”. Solo que ahora bajo el liderazgo de un presidente que es capaz de manipular de manera más inteligente, tanto la zanahoria como el garrote. Alguien me preguntaba, si Cuba esta preparada para enfrentar esa política. Yo le decía, que si cincuenta años después, no podemos enfrentarla, e incluso vencerla, no merecemos sobrevivir.

domingo, 27 de septiembre de 2009

El Teatro del bien y el mal

El Teatro del bien y el mal
Un niño de tres años, llamado Luca, comentó en estos días: «El mundo no sabe dónde está su casa.» El estaba mirando un mapa. Podía haber estado mirando un noticiero.
Eduardo Galeano
-->En la lucha del bien contra el mal, siempre es el pueblo quien pone los muertos.Los terroristas han matado a trabajadores de cincuenta países, en Nueva York y en Washington, en nombre del Bien contra el Mal. Y en nombre del Bien contra el Mal el presidente Bush jura venganza: 'Vamos a eliminar el Mal de este mundo', anuncia.¿Eliminar el Mal? ¿Qué sería del Bien sin el Mal? No sólo los fanáticos religiosos necesitan enemigos para justificar su locura. También necesitan enemigos, para justificar su existencia, la industria de armamentos y el gigantesco aparato militar de Estados Unidos. Buenos y malos, malos y buenos: los actores cambian de máscaras, los héroes pasan a ser monstruos y los monstruos héroes, según exigen los que escriben el drama.Eso no tiene nada de nuevo. El científico alemán Werner von Braun fue malo cuando inventó los cohetes V-2, que Hitler descargó sobre Londres, pero se convirtió en bueno el día en que puso su talento al servicio de Estados Unidos. Stalin fue bueno durante la Segunda Guerra Mundial y malo después, cuando pasó a dirigir el Imperio del Mal. En los años de la guerra fría escribió John Steinbeck: «Quizá todo el mundo necesita rusos. Apuesto a que también en Rusia necesitan rusos. Quizá ellos los llaman americanos.» Después, los rusos se abuenaron. Ahora, también Putin dice: «El Mal debe ser castigado.»Saddam Hussein era bueno, y buenas eran las armas químicas que empleó contra los iraníes y los kurdos. Después, se amaló. Ya se llamaba Satán Hussein cuando los Estados Unidos, que venían de invadir Panamá, invadieron Irak porque Irak había invadido Kuwait. Bush Padre tuvo a su cargo esta guerra contra el Mal. Con el espíritu humanitario y compasivo que caracteriza a su familia, mató a más de cien mil iraquíes, civiles en su gran mayoría.Satán Hussein sigue estando donde estaba, pero este enemigo número uno de la humanidad ha caído a la categoría de enemigo número dos. El flagelo del mundo se llama ahora Osama Bin Laden. La Agencia Central de Inteligencia (CIA) le había enseñado todo lo que sabe en materia de terrorismo: Bin Laden, amado y armado por el gobierno de Estados Unidos, era uno de los principales «guerreros de la libertad» contra el comunismo en Afganistán. Bush Padre ocupaba la vicepresidencia cuando el presidente Reagan dijo que estos héroes eran «el equivalente moral de los Padres Fundadores de América». Hollywood estaba de acuerdo con la Casa Blanca. "El desprecio por la voluntad popular es una de las muchas coincidencias entre el terrorismo de Estado y el terrorismo privado". En estos tiempos, se filmó Rambo 3: los afganos musulmanes eran los buenos. Ahora son malos malísimos, en tiempos de Bush Hijo, trece años después.Henry Kissinger fue de los primeros en reaccionar ante la reciente tragedia. «Tan culpable como los terroristas son quienes les brindan apoyo, financiación e inspiración», sentenció, con palabras que el presidente Bush repitió horas después. Si eso es así, habría que empezar por bombardear a Kissinger. El resultaría culpable de muchos más crímenes que los cometidos por Bin Laden y por todos los terroristas que en el mundo son. Y en muchos más países: actuando al servicio de varios gobiernos estadunidenses, brindó «apoyo, financiación e inspiración» al terror de Estado en Indonesia, Camboya, Chipre, Irán, Africa del Sur, Bangladesh y en los países sudamericanos que sufrieron la guerra sucia del Plan Cóndor.El 11 de septiembre de 1973, exactamente 28 años antes de los fuegos de ahora, había ardido el palacio presidencial en Chile. Kissinger había anticipado el epitafio de Salvador Allende y de la democracia chilena, al comentar el resultado de las elecciones: «No tenemos por qué aceptar que un país se haga marxista por la irresponsabilidad de su pueblo.»El desprecio por la voluntad popular es una de las muchas coincidencias entre el terrorismo de Estado y el terrorismo privado. Por poner un ejemplo, la ETA, que mata gente en nombre de la independencia del País Vasco, dice a través de uno de sus voceros: «Los derechos no tienen nada que ver con mayorías y minorías.»Mucho se parecen entre sí el terrorismo artesanal y el de alto nivel tecnológico, el de los fundamentalistas religiosos y el de los fundamentalistas del mercado, el de los desesperados y el de los poderosos, el de los locos sueltos y el de los profesionales de uniforme. Todos comparten el mismo desprecio por la vida humana: los asesinos de los cinco mil quinientos ciudadanos triturados bajo los escombros de las Torres Gemelas, que se desplomaron como castillos de arena seca, y los asesinos de los doscientos mil guatemaltecos, en su mayoría indígenas, que han sido exterminados sin que jamás la tele ni los diarios del mundo les prestaran la menor atención. Ellos, los guatemaltecos, no fueron sacrificados por ningún fanático musulmán, sino por los militares terroristas que recibieron «apoyo, financiación e inspiración» de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos.Todos los enamorados de la muerte coinciden también en su obsesión por reducir a términos militares las contradicciones sociales, culturales y nacionales. En nombre del Bien contra el Mal, en nombre de la Unica Verdad, todos resuelven todo matando primero y preguntando después. Y por ese camino, terminan alimentando al enemigo que combaten. Fueron las atrocidades de Sendero Luminoso las que en gran medida incubaron al presidente Fujimori, que con considerable apoyo popular implantó un régimen de terror y vendió el Perú a precio de banana. Fueron las atrocidades de Estados Unidos en Medio Oriente las que en gran medida incubaron la guerra santa del terrorismo de Alá.Aunque ahora el líder de la Civilización esté exhortando a una nueva Cruzada, Alá es inocente de los crímenes que se cometen en su nombre. Al fin y al cabo, Dios no ordenó el holocausto nazi contra los fieles de Jehová, y no fue Jehová quien dictó la matanza de Sabra y Chatila ni quien mandó expulsar a los palestinos de su tierra. ¿Acaso Jehová, Alá y Dios a secas no son tres nombres de una misma divinidad?Una tragedia de equívocos: ya no se sabe quién es quién. El humo de las explosiones forma parte de una mucho más enorme cortina de humo que nos impide ver. De venganza en venganza, los terrorismos nos obligan a caminar a los tumbos. Veo una foto, publicada recientemente: en una pared de Nueva York alguna mano escribió: «Ojo por ojo deja al mundo ciego».La espiral de la violencia engendra violencia y también confusión: dolor, miedo, intolerancia, odio, locura. En Porto Alegre, a comienzos de este año, el argelino Ahmed Ben Bella advirtió: «Este sistema, que ya enloqueció a las vacas, está enloqueciendo a la gente.» Y los locos, locos de odio, actúan igual que el poder que los genera.Un niño de tres años, llamado Luca, comentó en estos días: «El mundo no sabe dónde está su casa.» El estaba mirando un mapa. Podía haber estado mirando un noticiero.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Cincuenta preguntas sobre el 11-S

Cincuenta preguntas sobre el 11-S
Pepe Escobar
Asia Times Online
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Ya es de nuevo 11 de septiembre, ocho años después. El gobierno de George W Bush se acabó. La “guerra global contra el terror continúa, rebautizada como “operaciones de contingencia en ultramar” por el gobierno de Barack Obama. La “nueva estrategia” de Obama – una escalada de la guerra – tiene lugar en AfPak. Osama bin Laden puede estar muerto o no. “Al-Qaeda” sigue siendo una entidad que abarca muchos fantasmas. El 11 de septiembre – el “nuevo Pearl Harbor” de los neoconservadores – sigue siendo el acertijo más tenebroso del joven Siglo XXI.
Es inútil esperar que los medios corporativos de EE.UU. y los operadores políticos de las elites gobernantes pidan una genuina investigación exhaustiva de los ataques contra EE.UU. del 11 de septiembre de 2001. El encubrimiento de faltas ha sido la norma. Pero incluso la lumbrera del establishment, Dr. Zbig “Gran Tablero de Ajedrez” Brzezinski, ex consejero nacional de seguridad, admitió ante el Senado de EE.UU. que la “guerra contra el terror” posterior al 11-S es una “narrativa histórica mítica.”
Las siguientes preguntas, algunas ignoradas en parte y la mayoría por completo por la Comisión del 11-S – sólo constituyen la punta del inmenso iceberg del 11-S. Hay que agradecer el infatigable trabajo de
911truth.org; whatreallyhappened.com; arquitectos e ingenieros por la verdad del 11-S; el documental italiano “Cero-una investigación del 11-S”; y los correos electrónicos de lectores de Asia Times Online.
Ninguna de estas preguntas ha sido respondida de modo convincente – según la narrativa oficial. Corresponde a la sociedad civil de EE.UU. mantener la presión. Ocho años después de los hechos, una conclusión fundamental es imperativa. El edificio de la narrativa oficial del 11-S es simplemente inaceptable.
Cincuenta preguntas
¿Cómo es posible que Osama bin Laden vivo o muerto no haya sido formalmente acusado por el FBI como responsable por el 11-S? ¿Será porque el gobierno de EE.UU. – como lo reconoce el propio FBI – no ha presentado una sola pieza de evidencia convincente?
¿Cómo pudieron identificar en menos de 72 horas a todos los 19 presuntos perpetradores musulmanes equipados de cuchillos para cortar cartón – sin una investigación en la escena del crimen?
¿Cómo es posible que ninguno de los 19 nombres aparecieron en las listas de pasajeros publicadas ese mismo día tanto por United Airlines como por American Airlines?
¿Cómo es posible que ocho nombres en la lista “original” del FBI fueran encontrados vivos y viviendo en diferentes países?
¿Por qué iba a abandonar el piadoso yihadista Mohammed Atta un manual en vídeo sobre cómo volar, un uniforme y su última voluntad dentro de su bolsa sabiendo que iba en una misión suicida?
¿Por qué estudió Mohammed Atta simulación de vuelo en Opa Locka, un centro de no menos de seis bases de entrenamiento de la Armada de EE.UU.?
¿Cómo pudo ser encontrado mágicamente el pasaporte de Mohammed Atta enterrado en los escombros del Word Trade Center (WTC) si no se pudo encontrar un solo registrador de vuelos?
¿Quién está en posesión de las ocho cajas negras indestructibles “desaparecidas” en esos cuatro vuelos?
Considerando las múltiples alertas rojas sobre un posible ataque terrorista dentro de EE.UU. – incluyendo el infame memorando del 6 de agosto de 2001 de la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice – cómo es posible que hayan permitido que cuatro aviones secuestrados desviados de sus trayectos de vuelo computarizados y que desaparecieron del radar volaran por el espacio aéreo durante más de una hora y media – para no mencionar que deshabilitaran todos los detallados sistemas de defensa del Pentágono al hacerlo?
¿Por qué no trató de interceptar el secretario de la Fuerza Aérea de EE.UU., James Roche, los dos aviones que se estrellaron contra el WTC (a sólo siete minutos de la Base de la Fuerza Aérea McGuire en Nueva Jersey) así como el Pentágono (a sólo 10 minutos de McGuire)? Roche tuvo no menos de 75 minutos para reaccionar al estrellamiento del avión contra el Pentágono.
¿Por qué siguió recitando George W Bush "My Pet Goat" en su escuela en Florida y no fue instantáneamente ocultado por el servicio secreto?
¿Cómo pudo Bush haber visto en vivo cuando el primer avión se estrelló contra el WTC – como admitió? ¿Tenía conocimiento previo – o posee poderes anímicos?
Bush dijo que él y Andrew Card pensaron inicialmente que el primer estrellamiento contra el WTC fue un accidente con un pequeño avión. ¿Cómo es posible si la FAA [Administración Federal de Aviación de EE.UU.] así como NORAD [Comando aeroespacial norteamericano de la defensa] ya sabían que se trataba de un avión secuestrado?
¿Cuáles son las probabilidades de que los transpondedores de cuatro aviones diferentes sean desconectados casi simultáneamente, en la misma área geográfica, muy cerca del centro del poder de la nación en Washington, y que nadie se apresure a contactar al Pentágono o a los medios?
¿Podría explicar el ex secretario de defensa Donald Rumsfeld por qué los primeros informes en los medios dijeron que no había aviones caza disponibles en la Base de la Fuerza Aérea Andrews y que luego cambiaran los informes en el sentido de que sí había, pero que no estaban en estado de alerta viva?
¿Por qué estaba AWOL [ausente sin permiso] la Guardia Nacional Aérea de Washington DC el 11-S?
¿Por qué los aviones jet de caza de la 305 Air Wing, de la Base McGuire de la Fuerza Aérea en Nueva Jersey no interceptaron al segundo avión secuestrado que dio contra el WTC, cuando podrían haberlo hecho dentro de siete minutos?
¿Por qué ninguno de los aviones de caza del 459º Escuadrón Aéreo de la Base Andrews de la Fuerza Aérea interceptó el avión que impactó contra el Pentágono, a sólo 16 kilómetros de distancia? Y ya que estamos, ¿por qué no publicó el Pentágono el vídeo completo del impacto?
Una serie de pilotos de aviones comerciales muy experimentados – incluyendo al presidente egipcio Hosni Mubarak, aliado de EE.UU. y ex piloto de avión caza – revelaron que, bueno, sólo pilotos de primera podrían haber realizado maniobras tan complejas con los aviones secuestrados, mientras otros insistieron en que sólo podrían haber sido logradas por control remoto. ¿Es remotamente verosímil que los secuestradores hayan estado en condiciones de hacerlo?
¿Cómo es posible que un número sustancial de testigos hayan jurado que vieron y escucharon múltiples explosiones en ambas torres del WTC?
¿Cómo es posible que un número sustancial de reputados arquitectos e ingenieros insistan en que la narrativa oficial simplemente no explica el mayor colapso estructural de la historia escrita (las Torres Gemelas) así como el colapso del edificio 7 del WTC, que ni siquiera fue alcanzado por un avión jet?
Según Frank de Martini, gerente de construcción del WTC: “Diseñamos el edificio para que resistiera el impacto de uno o más aviones jet.” El segundo avión casi no da en la torre 1; la mayor parte del carburante se quemó en una explosión fuera de la torre. Sin embargo esa torre colapsó primero, mucho antes que la torre 2 que fue “perforada” por el primer impacto. El carburante jet se quemó rápido – y estuvo lejos de llegar a los 2.000 grados de calor necesarios para afectar las seis columnas tubulares de acero en el centro de la torre – diseñadas específicamente para evitar que las torres colapsaran incluso si eran impactadas por un Boeing 707. Un Boeing 707 solía llevar más combustible que el Boeing 757 y el Boeing 767 que realmente dieron en las torres.
¿Por qué autorizó instantáneamente el alcalde Rudolph Giuliani el embarque de los escombros del WTC a China e India para ser reciclados?
¿Por qué se encontraron restos metálicos a no menos de 13 kilómetros del sitio del impacto del avión que cayó en Pensilvania? ¿Fue en realidad derribado el avión – por órdenes del vicepresidente Dick Cheney?
La pregunta del ‘Ductistán’. ¿De qué habló por teléfono el embajador de EE.UU. Wendy Chamberlain el 10 de octubre de 2001, con el ministro de petróleo de Pakistán? ¿Fue para decirle que podía recomenzar el proyecto de gasoducto Unocal planificado en los años noventa, TAP (Turkmenistán/ Afganistán/ Pakistán), abandonado por las demandas de pagos por tránsito de los talibanes? (Dos meses después, un acuerdo para construir el gasoducto fue firmado entre los dirigentes de los tres países).
¿Qué se propone en Afganistán el ex lobista de Unocal y ex afgano preferido de Bush Zalmay Khalilzad?
¿Cómo es posible que el ex ministro de exteriores paquistaní Niaz Niak haya dicho a mediados de julio de 2001 que EE.UU. ya había decidido atacar a Osama bin Laden y a los talibanes en octubre? El tópico fue discutido en secreto en la cumbre del Grupo de Ocho en julio en Génova, Italia, según diplomáticos paquistaníes.
¿Cómo es posible que la embajadora de EE.UU. en Yemen, Barbara Bodine, haya dicho al agente del FBI John O’Neill en julio de 2001 que dejara de investigar las operaciones financieras de al-Qaeda – y que O’Neill haya sido instantáneamente trasferido a un trabajo de seguridad en el WTC, donde murió el 11-S?
Considerando la relación muy íntima entre los talibanes y la Inteligencia Inter-Servicios de Pakistán (ISI) y de la ISI con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), ¿está vivo o muerto Bin Laden, o sigue siendo un recurso valioso para la ISI, la CIA o ambas?
¿Fue admitido Bin Laden al American Hospital en Dubai en los Emiratos Árabes Unidos el 4 de julio de 2001, después de volar desde Quetta, Pakistán y estuvo en tratamiento hasta el 11 de julio?
¿Construyó el grupo Bin Laden las cuevas de Tora Bora en estrecha cooperación con la CIA durante la yihad antisoviética de los años ochenta?
¿Cómo es posible que el general Tommy Franks haya sabido con seguridad que Bin Laden se ocultaba en Tora Bora a fines de noviembre de 2001?
¿Por qué abortó el presidente Bill Clinton un ataque contra Bin Laden en octubre de 1999? ¿Por qué abortó el presidente paquistaní de entonces, Pervez Musharraf, una operación secreta en la misma fecha? ¿Y por qué volvió a hacer lo mismo Musharraf en agosto de 2001?
¿Por qué disolvió George W Bush la Fuerza de Tareas Bin Laden nueve meses antes del 11-S?
¿Cómo es posible que el (falso) vídeo de Bin Laden – en el que “confiesa” haber sido el perpetrador del 11-S, publicado por EE.UU. el 13 de diciembre de 2001, haya sido encontrado sólo dos semanas después de ser producido (el 9 de noviembre? ¿Fue realmente encontrado en Jalalabad (considerando que las tropas de la Alianza del Norte y de EE.UU. ni siquiera habían llegado al lugar)? ¿Por quiénes y cómo fue obligado el Pentágono a publicar una nueva traducción después de la primera (chapuceada)?
¿Por qué fue abruptamente “retirado” el jefe de la ISI, teniente general Mahmud Ahmad el 8 de octubre de 2001, el día en el que EE.UU. comenzó a bombardear Afganistán?
¿Qué estaba haciendo Ahmad en Washington exactamente en la semana del 11-S (llegó el 4 de septiembre)? En la mañana del 11-S, Ahmad estaba tomando desayuno en el Congreso con Bob Graham y Porter Goss, quienes más adelante formaron parte de la Comisión del 11-S, que simplemente se negó a investigar a dos de sus miembros. Ahmad desayunó con Richard Armitage del Departamento de Estado los días 12 y 13 de septiembre (cuando Pakistán negoció su “cooperación” con la “guerra contra el terror”) y se reunió con todos los máximos dirigentes de la CIA y del Pentágono. El 13 de septiembre, Musharraf anunció que enviaría a Ahmad a Afganistán para exigir a los talibanes la extradición de Bin Laden.
¿Quién dentro de la ISI transfirió 100.000 dólares a Mohammed Atta en el verano de 2001 – por orden del propio Ahmad, como insisten que fue el caso los servicios de inteligencia indios? ¿Fue realmente el hombre de la ISI, Omar Sheikh, especialista en tecnología de la información de Bin Laden, quien después organizó el asesinato del periodista estadounidense Daniel Pearl en Karachi? ¿Estuvo, por lo tanto, directamente vinculado la ISI al 11-S?
Investigó el FBI a los dos personajes sospechosos que se reunieron con Mohammed Atta y Marwan al-Shehhi en Harry's Bar en el Helmsley Hotel en la ciudad de Nueva York el 8 de septiembre de 2001?
¿Qué discutieron la directora de asuntos asiáticos en el Departamento de Estado, Christina Rocca, y el embajador talibán en Pakistán Abdul Salam Zaeef en su reunión en Islamabad en agosto de 2001?
¿Sabía de antemano Washington que una conexión de "al-Qaeda" mataría al comandante nacionalista afgano Ahmad Shah Massud, alias “el León de Panjshir”, sólo dos días antes del 11-S? Massud estaba combatiendo a los talibanes y a al-Qaeda – con la ayuda de Rusia e Irán. Según la Alianza del Norte, Massud fue asesinado por un eje ISI-talibán-al-Qaeda. Si hubiera estado en vida, jamás habría permitido que EE.UU. amañara una loya jirga (gran consejo) en Afganistán para instalar a un títere, el ex hombre de la CIA, Hamid Karzai, como dirigente del país.
¿Por qué tardó no menos de cuatro meses antes de que apareciera el nombre de Ramzi Binalshibh en el contexto del 11-S, considerando que el yemenita era compañero de pieza de Mohammed en su apartamento en Hamburgo?
¿Es un recurso de la ISI el patético atacante del zapato Richard Ried?
¿Dijeron a la CIA en 2001 el presidente ruso de entonces, Vladimir Putin, y la inteligencia rusa que 25 pilotos terroristas se habían estado entrenando para misiones suicidas?
¿Cuándo dijo a la CIA el jefe de la inteligencia alemana, August Hanning, que terroristas estaban “planificando el secuestro de aviones de línea?”
¿Cuándo informó a la CIA el presidente egipcio Mubarak acerca de un ataque contra EE.UU. con un “avión repleto de explosivos?”
¿Cuándo informó a la CIA el director del Mossad israelí, Efraim Halevy, sobre un posible ataque contra EE.UU. por “200 terroristas?”
¿Sabían los talibanes de la advertencia de un funcionario del gobierno de Bush, ya en febrero de 2001: “O aceptáis nuestra oferta de una alfombra de oro, o os enterraremos bajo una alfombra de bombas?”
Ha utilizado Northrop-Grumman tecnología Global Hawk – que permite el control remoto de aviones sin tripulación – en la guerra en Afganistán desde octubre de 2001? ¿Instaló Global Hawk en un avión comercial? ¿Está Global Hawk a disposición para aviones de línea?
¿Estaría dispuesto Cheney a presentarse y entregar la descripción horaria exacta de lo que estuvo haciendo durante todo el día el 11-S?
………..
Pepe Escobar es autor de “Globalistan: How the Globalizaed World is Dissolving into Liquid War” (Nimble Books, 2007) y “Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge”. Su Nuevo libro, que acaba de publicarse, es “Obama does Globalistan” (Nimble Books, 2009). Puede contactarse con él en: pepeasia@yahoo.com

lunes, 7 de septiembre de 2009

La infiltración de la CIA en los medios de comunicación


La infiltración de la CIA en los medios de comunicación
Maxime VivasLe Grand SoirTraducido para Rebelión por Caty R.
¿Sería posible, sin verse aupado a la picota de los «conspiradores», decir que los consumidores de la «gran prensa» francesa deberían reflexionar sobre lo que van a leer aquí?
¿Qué sabemos (de fuentes fidedignas) de la infiltración de la CIA en nuestros medios de comunicación?
Tomemos el caso de una riquísima ONG que he estudiado de cerca desde hace varios años y que inunda los medios franceses con miles de comunicados anuales, informaciones que se toman a menudo con el sistema de corta-y-pega. Así se forma la opinión francesa, que se ha vuelto desconfiada con respecto a los países cuyas opciones políticas y económicas incomodan al Tío Sam.
Pero en primer lugar dejemos la palabra a testigos poco sospechosos de contaminación marxista.
«La CIA controla a todos los que son importantes en los principales medios de comunicación». (William Colby, ex director de la CIA).
«Podemos encontrar periodistas más baratos que una buena prostituta, por doscientos dólares mensuales». (Un agente de la CIA sobre el hecho de recurrir a los periodistas para propagar los artículos de la organización).
« Katherine The Great », de Deborah Davis, Sheridan Square Press, 1991 (1).
«Estados Unidos y la Unión Europea controlan el 90% de la información del planeta: de las 300 principales agencias de prensa, 144 tienen su sede en Estados Unidos, 80 en Europa y 49 en Japón. Los países pobres, en los que vive el 75% de la humanidad, poseen el 30% de los periódicos del mundo». (Ana Delicado, periodista), «Los medios cuentan un solo Mundo, sin el Sur»).
Y para terminar, unas palabras del periodista de Nueva York John Swinton, quien, el 25 de septiembre de 1980, se negó a brindar por la libertad de prensa diciendo:
«En Estados Unidos, actualmente, no existe prensa libre e independiente. Ustedes lo saben tan bien como yo. Ni uno solo de entre ustedes se atreve a escribir sus opiniones honradas, y saben muy bien que si lo hicieran no se publicarían. Me pagan un sueldo para que no publique mis opiniones, y todos sabemos que si osáramos hacerlo nos encontraríamos en la calle de inmediato. La labor del periodista es la destrucción de la verdad, la mentira flagrante, la perversión de los hechos y la manipulación de la opinión al servicio de las potencias económicas. Somos herramientas obedientes de los ricos y poderosos que mueven los hilos entre bastidores. Nuestros talentos, nuestras capacidades y nuestras vidas pertenecen a esos hombres. Somos prostitutas del intelecto. Todo esto, ¡ustedes lo saben tan bien como yo!» (Citado en: « Labor’s Untold Story », de Richard O. Boyer y Herbert M. Morais, NY, 1955/1979).
La ONG que he estudiado se llama Reporteros Sin Fronteras. ¿Se puede medir su independencia con respecto a EEUU y las empresas estadounidenses encargadas de intoxicar a la opinión mundial? Aquí están los elementos que conducen a responder afirmativamente:
En el momento en que se redacta este artículo (30 de agosto de 2009), las cuentas de RSF del año 2008 todavía no se han publicado, lo que viola la ley relativa a las organizaciones calificadas de utilidad pública. Sin embargo, hay dos secciones interesantes en la web de RSF. Una se titula «Cuentas 2007» y la segunda «Actuar con nosotros».
En la primera leemos: «Las empresas que apoyan a Reporteros Sin Fronteras son principalmente Sanofi Aventis y CFAO, y la lista de fundaciones privadas incluye a la Fundación Soros, Center for a Free Cuba (Centro para una Cuba Libre), National Endowment for Democracy, Sigrid Rausing Trust, Oberbrook Fondation y Fondation de France».
En la segunda, en la subsección: «Las empresas socias de las acciones y las campañas de Reporteros Sin Fronteras», y en el capítulo: «Las fundaciones» encontramos: La Fundación Ford, National Endowment for Democracy (NED), Open Society Institute y, finalmente, Sigrid Rausing Trust, sobre la que no hay mucha información (¡llamada a los lectores astutos!), pero de la que RSF nos dice que: «apoya las actividades de Reporteros Sin Fronteras para defender la libertad de prensa y hacer que retroceda la censura en el Magreb, Oriente Medio e Irán». No en Colombia, México o Perú, los chicos de los USA, en resumen.
Observemos en conjunto a los patrocinadores extranjeros de RSF:
Fundación Soros
Cent er for a free Cuba, (CFC).
Open Society Institute (perteneciente a Soros, citada más arriba).
Overbrook Foundation.
National Endowment for democracy (NED).
Fundación Ford.
Para abreviar, remito al lector al libro «Les Etats-Unis de mal empire» de Danielle Bleitrach, Viktor Dedaj y Maxime Vivas (Estados Unidos o el imperio de mal en peor, traducido por Aurora Fibla Madrigal, editorial José Martí, La Habana, 2006) y a mi libro «La face cachée de reporters san frontières. De la CIA aux Faucons du Pentagone» (ambos publicados por ediciones Aden), para saber qué son la NED (2) y el CFC (3). Las relaciones casi directas de la NED con la CIA están demostradas de forma irrefutable, e incluso confesadas por los responsables de la organización. El CFC tiene la misión de derrocar al gobierno cubano.
Veamos ahora las otras, de las cuales se ha hablado poco hasta ahora:
Soros y su Open Society Institute
George Soros es socio del célebre Carlyle Group, nido de republicanos y ex miembros de la CIA, entre ellos un tal Franck Carlucci que fue subdirector. Soros salvó a George W. Bush de la quiebra cuando este último dirigía una sociedad de prospección petrolera. Son incontables los países de América Latina y Europa del Este en los que ha intervenido (con éxito) la Open Society Institute para favorecer el establecimiento de dirigentes pro estadounidenses.
Overbrook Foundation
Durante la guerra fría, para frenar la influencia soviética, la CIA creó Radio Free Europe, que emitía en dirección a los países del Este.
Entre los promotores de dicha emisora de radio se encontraba un tal Franck Altschul.
Al mismo tiempo, con el fin de preparar a su opinión pública para una eventual intervención contra el bloque socialista europeo, la administración estadounidense organizó una operación de intoxicación mediática en su propio territorio. Una organización formada, teóricamente, por ciudadanos apolíticos, «The Committee on the Present Danger», se creó para este fin.
Entre sus principales dirigentes figuraban Franck Altschul y William J. Donovan.
¿Quién es William J. Donovan? Un funcionario estadounidense que, en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, fundó la OSS (Office of Strategic Services), la precursora de la CIA (Central Intelligence Agency). Durante la guerra, Donovan dirigió los servicios secretos de EEUU.
La OSS formó a los futuros directores de la CIA. Entre ellos William Casey, por cuya recomendación la administración Reagan fundó la NED a principios de los años 80.
Pero volvamos un momento al mencionado Franck Altschul, que trabajaba para la CIA en Radio Free Europe con William Donovan, futuro jefe de los servicios secretos de EEUU y fundador de la OSS, la precursora de la CIA cuyo futuro director fue Willian Casey, instigador de la NED, pantalla de la CIA. Franck Altschul es, además, el fundador de la «Overbrook Fondation», ese nuevo patrocinador de RSF.
La Fundación Ford
El día 20 de agosto de 2006, y después el 25 del mismo mes, dirigí a Robert Ménard dos mensajes electrónicos en los que le invitaba a ajustarse a sus obligaciones legales respondiendo a una serie de preguntas. Por ejemplo, le pregunté si, además de la NED, cuyas subvenciones están publicadas, y el CFC (cuyas subvenciones han permanecido ocultas durante varios años), RSF tenía otros patrocinadores estadounidenses. Ménard me respondió a través de Jean-François Julliard, actualmente director de RSF: «…hemos hecho una solicitud a la Fundación Ford, que nos han rechazado. Por otra parte, hemos recibido para el año 2006 una dotación de 30.000 dólares de la Fundación Overbrook (primera dotación). Y en 2003 de la fundación Real Networks (26.000 euros, dotación que no se ha renovado). Eso es todo en cuanto a Estados Unidos».
Actualmente vemos que la petición a la Fundación Ford se renovó con éxito, y eso después de la publicación de mi libro, leído atentamente por RSF (Robert Ménard lo critica en tres ocasiones en su libro «Des libertés et autres chinoiseries», ed. Robert Laffont. Ahora bien, ¿qué revelaba yo en mi libro? Lo que había recogido bajo la pluma de Alain Gérard Slama en el mensual «Lire» de mayo de 1995: «Raymond Aron cuenta en sus memorias su embarazo cuando se descubrió, a finales de los años 60, que el “Congreso para la libertad de la cultura”, financiado oficialmente por la Fundación Ford y por algunos créditos europeos, del que Aron era uno de los principales representantes, estaba apoyado, entre bastidores, por la CIA. Un movimiento internacional que presuntamente agrupaba, en total independencia, a la flor y nata de la intelectualidad occidental contra el estalinismo y cuyas revistas «Liberté de l’esprit» y sobre todo «Preuves» fueron, en Francia, el brazo secular, podría haber prescindido perfectamente de esa contribución».
Casi cincuenta años después y cuando ya no es posible sentirse engañado, RSF solicita, dos veces, dicha contribución, y acaba obteniéndola.
El 6 de abril de 2006, en respuesta a una entrevista que concedí la víspera al diario Métro, RSF negó todas las subvenciones estadounidenses (que sin embargo estaban publicadas en su web) y me amenazó con una demanda judicial. ¿Por qué iba a hacerlo si sus patrocinadores eran confesables?
¿Mi lector tiene alguna pequeña idea?
P.S. Las informaciones anteriores (debidamente verificadas) proceden en parte de las dos obras citadas publicadas por Aden Editions.
Notas de la traductora:
(1) En 1979, la periodista Deborah Davis publicó «Katherine, the Great», una biografía no autorizada sobre Katherine Meyer Graham, la propietaria del Washington Post. Davis, articulista del New York Times, Village Voice y Ramparts, volvió a la carga en 1987 con una segunda edición, corregida y aumentada, en la que refuerza su tesis de que Woodward (director adjunto de The Washington Post para temas de investigación) tuvo nexos con la CIA que iban más allá de la relación periodística. La escritora sostiene que después de estudiar Literatura Inglesa en la Universidad de Yale, Woodward trabajó en el área de inteligencia del Pentágono, donde fue asignado a una oficina de códigos secretos. El propio periodista declaró posteriormente a una revista que había formado parte de un grupo de inteligencia relacionado «con asuntos importantes que tenían que ver con la Casa Blanca». Woodward no lo dijo, pero ese grupo era la «Task Force 157», una unidad ultrasecreta creada en 1966 bajo el nombre de Naval Field Operations Support Group (NFOSG). La TF-157 tenía su base en Alexandra, Virginia, y 75 operadores por todo el mundo.
(2) La Fundación nacional por la Democracia (NED) fue creada por el presidente estadounidense Ronald Reagan en 1983, en una época en que la violencia militar tomó el lugar de la diplomacia tradicional a la hora de resolver los asuntos internacionales. Gracias a su poderosa capacidad de penetración financiera, la NED tiene como objetivo debilitar los gobiernos que se opondrían a la política exterior hegemónica de Washington. En América Latina, los dos blancos principales son Cuba y Venezuela. Por ejemplo, la NED financió y sigue financiando la oposición venezolana, responsable del golpe de Estado contra el presidente Chávez en abril de 2002. Desde entonces, la oligarquía venezolana ha organizado, con la ayuda de Washington, varios intentos de desestabilización sin éxito, puesto que desde el fracaso del referendo revocatorio, la legitimidad popular de Hugo Chávez no hizo más que fortalecerse. En 2004, 13 grupos opuestos al gobierno bolivariano recibieron 874.384 dólares de la NED. En 2003, 15 grupúsculos opuestos al presidente venezolano se beneficiaron con las subvenciones de la NED por un total de 1.046.323 dólares.
(3) El «Center for a Free Cuba» (CFC) es una organización de extrema derecha cuyo director, Frank Calzón, es el antiguo director de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), una organización terrorista responsable de numerosos atentados contra Cuba.

viernes, 28 de agosto de 2009

Documento desclasificado de los EEUU califica a Alvaro Uribe como un político vinculado al narcotráfico

Interesante,Mientras hoy en Unasur se discute el tema de las bases militares, y Alvaro Uribe repite y repite sin cesar los beneficios del Plan Colombia para combatir el narcotráfico, un documento desclasificado de los EEUU sobre el narcotráfico, y especialmente es interesante que está relacionado con Alvaro Uribe।Hoy Uribe es un rehén de la política de los EEUU, bajo el temor de que le suceda los mismo que Manuel Antonio Noriega, que después de trabajar para la CIA fue secuestrado y sancionado en los EEUU। El documento fue desclasificado en el 2004 por el Archivo Federal de Seguridad de los EEUU y data de 1991, en él parece una lista con las personas relacionadas con el narcotráfico, Noriega aparece antes, Pablo Escobar aparece en el No 79 y Uribe en el 82, de él dice que desde el Senado es un político con vínculos con el narcotráfico, específicamnete el cartel de Medellín, su padre fue muerto por estas relaciones, que es amigo de Escobar, que es enemigo de las extradiciones, etc, pueden leerlo uds mismos, aparece en el sitio del archivo nacional de seguridad de los EEUU , y a él se refiere Atilio Borón en el sitio Rebelión, pueden verlo :http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB131/dia910923.pdfSaludos

miércoles, 19 de agosto de 2009

El Fidel Castro que yo conozco

El Fidel Castro que yo conozco
Gabriel Garcia Marquez

Su visión de América Latina en el porvenir, es la misma de Bolívar y Martí, una comunidad integral y autónoma, capaz de mover el destino del mundo.

Su devoción por la palabra। Su poder de seducción। Va a buscar los problemas donde estén। Los ímpetus de la inspiración son propios de su estilo. Los libros reflejan muy bien la amplitud de sus gustos. Dejó de fumar para tener la autoridad moral para combatir el tabaquismo. Le gusta preparar las recetas de cocina con especie de fervor científico.

Se mantiene en excelentes condiciones físicas con varias horas de gimnasia diaria y de natación frecuente. Paciencia invencible. Disciplina férrea. La fuerza de la imaginación lo arrastra a los imprevistos. Tan importante como aprender a trabajar es aprender a descansar.
Fatigado de conversar, descansa conversando. Escribe bien y le gusta hacerlo. El mayor estímulo de su vida es la emoción al riesgo. La tribuna de improvisador parece ser su medio ecológico perfecto. Empieza siempre con voz casi inaudible, con un rumbo incierto, pero aprovecha cualquier destello para ir ganando terreno, palmo a palmo, hasta que da una especie de gran zarpazo y se apodera de la audiencia. Es la inspiración: el estado de gracia irresistible y deslumbrante, que sólo niegan quienes no han tenido la gloria de vivirlo.
Es el antidogmático por excelencia. José Martí es su autor de cabecera y ha tenido el talento de incorporar su ideario al torrente sanguíneo de una revolución marxista. La esencia de su propio pensamiento podría estar en la certidumbre de que hacer trabajo de masas es fundamentalmente ocuparse de los individuos. Esto podría explicar su confianza absoluta en el contacto directo. Tiene un idioma para cada ocasión y un modo distinto de persuasión según los distintos interlocutores. Sabe situarse en el nivel de cada uno y dispone de una información vasta y variada que le permite moverse con facilidad en cualquier medio.
Una cosa se sabe con seguridad: esté donde esté, como esté y con quien esté, Fidel Castro está allí para ganar. Su actitud ante la derrota, aun en los actos mínimos de la vida cotidiana, parece obedecer a una lógica privada: ni siquiera la admite, y no tiene un minuto de sosiego mientras no logra invertir los términos y convertirla en victoria. Nadie puede ser más obsesivo que él cuando se ha propuesto llegar a fondo a cualquier cosa. No hay un proyecto colosal o milimétrico, en el que no se empeñe con una pasión encarnizada. Y en especial si tiene que enfrentarse a la adversidad. Nunca como entonces parece de mejor talante, de mejor humor. Alguien que cree conocerlo bien le dijo: Las cosas deben andar muy mal, porque usted está rozagante. Las reiteraciones son uno de sus modos de trabajar.
Ej.: El tema de la deuda externa de América Latina, había aparecido por primera vez en sus conversaciones desde hacía unos dos años, y había ido evolucionando, ramificándose, profundizándose. Lo primero que dijo, como una simple conclusión aritmética, era que la deuda era impagable. Después aparecieron los hallazgos escalonados: Las repercusiones de la deuda en la economía de los países, su impacto político y social, su influencia decisiva en las relaciones internacionales, su importancia providencial para una política unitaria de América Latina… hasta lograr una visión totalizadora, la que expuso en una reunión internacional convocada al efecto y que el tiempo se ha encargado de demostrar. Su más rara virtud de político es esa facultad de vislumbrar la evolución de un hecho hasta sus consecuencias remotas… pero esa facultad no la ejerce por iluminación, sino como resultado de un raciocinio arduo y tenaz.
Su auxiliar supremo es la memoria y la usa hasta el abuso para sustentar discursos o charlas privadas con raciocinios abrumadores y operaciones aritméticas de una rapidez increíble. Requiere el auxilio de una información incesante, bien masticada y digerida. Su tarea de acumulación informativa principia desde que despierta. Desayuna con no menos de 200 páginas de noticias del mundo entero. Durante el día le hacen llegar informaciones urgentes donde esté, calcula que cada día tiene que leer unos 50 documentos, a eso hay que agregar los informes de los servicios oficiales y de sus visitantes y todo cuanto pueda interesar a su curiosidad infinita. Las respuestas tienen que ser exactas, pues es capaz de descubrir la mínima contradicción de una frase casual. Otra fuente de vital información son los libros.
Es un lector voraz. Nadie se explica cómo le alcanza el tiempo ni de qué método se sirve para leer tanto y con tanta rapidez, aunque él insiste en que no tiene ninguno en especial. Muchas veces se ha llevado un libro en la madrugada y a la mañana siguiente lo comenta. Lee el inglés pero no lo habla. Prefiere leer en castellano y a cualquier hora está dispuesto a leer un papel con letra que le caiga en las manos. Es lector habitual de temas económicos e históricos. Es un buen lector de literatura y la sigue con atención. Tiene la costumbre de los interrogatorios rápidos. Preguntas sucesivas que él hace en ráfagas instantáneas hasta descubrir el por qué del por qué del por qué final. Cuando un visitante de América Latina le dio un dato apresurado sobre el consumo de arroz de sus compatriotas, él hizo sus cálculos mentales y dijo: Qué raro, que cada uno se come cuatro libras de arroz al día.
Su táctica maestra es preguntar sobre cosas que sabe, para confirmar sus datos. Y en algunos casos para medir el calibre de su interlocutor, y tratarlo en consecuencia. No pierde ocasión de informarse. Durante la guerra de Angola describió una batalla con tal minuciosidad en una recepción oficial, que costó trabajo convencer a un diplomático europeo de que Fidel Castro no había participado en ella. El relato que hizo de la captura y asesinato del Che, el que hizo del asalto de la Moneda y de la muerte de Salvador Allende o el que hizo de los estragos del ciclón Flora, eran grandes reportajes hablados. Su visión de América Latina en el porvenir, es la misma de Bolívar y Martí, una comunidad integral y autónoma, capaz de mover el destino del mundo. El país del cual sabe más después de Cuba, es Estados Unidos. Conoce a fondo la índole de su gente, sus estructuras de poder, las segundas intenciones de sus gobiernos, y esto le ha ayudado a sortear la tormenta incesante del bloqueo.
En una entrevista de varias horas, se detiene en cada tema, se aventura por sus vericuetos menos pensados sin descuidar jamás la precisión, consciente de que una sola palabra mal usada puede causar estragos irreparables. Jamás ha rehusado contestar ninguna pregunta, por provocadora que sea, ni ha perdido nunca la paciencia. Sobre los que le escamotean la verdad por no causarle más preocupaciones de las que tiene: El lo sabe. A un funcionario que lo hizo le dijo: Me ocultan verdades por no inquietarme, pero cuando por fin las descubra me moriré por la impresión de enfrentarme a tantas verdades que han dejado de decirme.
Las más graves, sin embargo, son las verdades que se le ocultan para encubrir deficiencias, pues al lado de los enormes logros que sustentan la Revolución los logros políticos, científicos, deportivos, culturales, hay una incompetencia burocrática colosal que afecta a casi todos los órdenes de la vida diaria, y en especial a la felicidad doméstica. Cuando habla con la gente de la calle, la conversación recobra la expresividad y la franqueza cruda de los afectos reales. Lo llaman: Fidel. Lo rodean sin riesgos, lo tutean, le discuten, lo contradicen, le reclaman, con un canal de transmisión inmediata por donde circula la verdad a borbotones. Es entonces que se descubre al ser humano insólito, que el resplandor de su propia imagen no deja ver. Este es el Fidel Castro que creo conocer: Un hombre de costumbres austeras e ilusiones insaciables, con una educación formal a la antigua, de palabras cautelosas y modales tenues e incapaz de concebir ninguna idea que no sea descomunal. Sueña con que sus científicos encuentren la medicina final contra el cáncer y ha creado una política exterior de potencia mundial, en una isla 84 veces más pequeña que su enemigo principal.
Tiene la convicción de que el logro mayor del ser humano es la buena formación de su conciencia y que los estímulos morales, más que los materiales, son capaces de cambiar el mundo y empujar la historia. Lo he oído en sus escasas horas de añoranza a la vida, evocar las cosas que hubiera podido hacer de otro modo para ganarle más tiempo a la vida. Al verlo muy abrumado por el peso de tantos destinos ajenos, le pregunté qué era lo que más quisiera hacer en este mundo, y me contestó de inmediato: pararme en una esquina.

miércoles, 22 de julio de 2009

El Acuerdo de San José. Una mancha para Honduras

22 de julio del 2009
Manuel Alberto Leyva

El famoso Acuerdo de San José que hoy presenta el presidente hondureño Oscar Arias es la claudicación completa de Zelaya. Arias es premio Nóbel de la Paz en 1987. Su mérito según la derecha fue alcanzar la paz en Centroamérica, la realidad fue que enterró los movimientos de izquierda que no habían podido ser destruidos por la vía militar ni por las dictaduras ni por los gobiernos de derecha. Ir a la vida política también significó que se asesinaran a los líderes que depusieron las armas.
Ejemplos honorables de Nóbel fueron el Comité Internacional de la Cruz Roja en 1944,la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en 1954, Martin Luther King en 1964,la UNICEF en 1965, la madre Teresa de Calcuta en 1979, Adolfo Pérez Esquivel en 1980, la Asociación de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear en 1985, Rigoberta Menchú en 1992, Nelson Mandela en 1993, Yasser Arafat en 1994, el ex presidente Jimmy Carter en 2002, Al Gore y el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático.
Pero también este premio se ha entregado a guerreristas como Theodore Roosevelt en 1906, el autor y ejecutor de la doctrina del Gran Garrote, Henry Kissinger en 1973 que fomentó la ola de golpes de estado en América Latina y los apoyó directamente, fomentándose la guerra civil en Latinoamérica , el mismo año del golpe de estado al presidente Salvador Allende, se ha prestado para motivaciones políticas en el ataque a la Unión Soviética como fue el caso de Andréi Sájarov a quien se le pudo otorgar tal vez el premio en física pues fue un físico brillante, pero al ser disidente del sistema soviético se ganó inmediatamente el de la paz, o el caso de Mijaíl Gorbachov a quien le entregan el premio en 1990 como reconocimiento a su papel en la desaparición de la Unión Soviética . En fin, tener el Nobel no lo convierte necesariamente en un hombre de paz.
Si Zelaya acepta estos puntos podemos los revolucionarios del mundo mandarlo al basurero de la historia. Todos debemos estar claros que Zelaya es solo un instrumento de la historia, que ha jugado un papel importante en darle a su pueblo algunas conquistas, en desarrollar una postura progresista. Pero su formación ideológica es de derecha, liberal nunca será sinónimo de revolucionario, todo lo contrario. Ya antes había aceptado las propuestas que Arias presentó el sábado pasado. Estas lo humillaban, y desmotivaban al pueblo hondureño que lucha en las calles por su retorno, pero también por la posibilidad de transformar a Honduras, por la Asamblea Constituyente. Seguir dando plazos y retardando las negociaciones va en el camino de desgastar las movilizaciones. Esta es una propuesta inaceptable, incluso más que la del sábado 18 de agosto.
Imponer como lo intenta Arias la eliminación de cualquier posibilidad de convocar a una consulta, o a una constituyente (la principal batalla a conquistar), renunciar a juzgar a golpistas que ya han bañado en sangre al pueblo hondureño y pisoteado la cacareada democracia burguesa, que Zelaya convoque al pueblo, que ha estado marchando y exigiendo su retorno, a la pacificación y la desmovilización, son inaceptables.
Negociar con los golpistas ya fue reconocerlos, fue un error estratégico y político tremendo. El deseo demostrado de los EEUU de que se aceptara la propuesta de Arias y las reales presiones de Clinton a Micheletti para que asumiera esta, dan una idea de hasta que punto la derecha está disfrutando de la propuesta de este falso mediador.
Hoy se pide el retorno de Zelaya en medio de disímiles condiciones, cuando todas las organizaciones internacionales y regionales se pronunciaron por su retorno incondicional. La mediación de Arias también fue desconocer a la ONU y la OEA que se manifestaron por el retorno a la legalidad, la constitucionalidad y contra el golpe de estado. Es como pedir perdón por intentar hacer la consulta, pedirles perdón y premiar a los que lo expulsaron en pijama del gobierno de su país. El famoso gobierno de reconciliación es en si un premio a los golpistas. La famosa amnistía no solo es para los supuestos delitos cometidos por Zelaya, también para los que cometieron el golpe de estado, e incluso llega al absurdo de prohibir realizar en el futuro cualquier juicio a los golpistas. Y si Zelaya, en medio de tantos condicionamientos y mordazas decide en un futuro iniciar algún juicio contra los golpistas, pues sería sancionado y juzgado. Restituir a los violadores del derecho internacional y hondureño a sus puestos, e incluso asignarles ministerios y secretarías es lo más absurdo que puede verse en la diplomacia mundial.
Adelantar las elecciones no significa nada, tal vez eliminar la posibilidad de que un candidato asuma ahora la batalla electoral por una Honduras nueva, y que solo se decida la elección de noviembre entre candidatos del Partido Liberal y el Partido Nacional, los mismos de siempre. Patricia Rodas, Xiomara Castro de Zelaya, Rafael Alegría u otro posible líder estarían excluidos del ruedo electoral, también posibilita al Tribunal Electoral (también golpista) que adelante las elecciones, con lo que reducen el tiempo de los golpistas sometidos hoy a presión y el futuro reconocimiento de la comunidad internacional.
Tamaña mentira solo puede salir de los labios de un golpista” el pueblo de honduras está unido”. ¿Dónde están los miles que desde hace casi un mes marchan por las calles de Morazán?
Nadie puede aceptar esta propuesta, hacerlo sería regalarles a los golpistas la Honduras que resiste. Luchemos todos juntos a Zelaya mientras luche y resista por su pueblo. La batalla una vez más se reafirma que se decide por los propios hondureños, el paso del tiempo solo prolonga el sufrimiento, la ilegalidad y el desgaste de los que luchan por otra Honduras. El ascenso de la derecha en América Latina por la vía electoral o por la vía golpista, ya está produciendose. Constituyente si, lo demás es accesorio.

viernes, 17 de julio de 2009

La estrategia de retroceso de Obama: Honduras, Iran, Pakistan, Afganistán (y el efecto boomerang)

Los recientes acontecimientos en Honduras e Irán, que enfrentan a regímenes elegidos democráticamente con actores civiles y militares pro-estadounidenses decididos a derrocarlos, se pueden entender mejor como parte de una estrategia más amplia de la Casa Blanca designada para hacer retroceder* los logros de los gobiernos y movimientos de oposición durante los años Bush.

De una manera que recuerda las políticas de la Nueva Guerra Fría de Ronald Reagan, Obama ha aumentado enormemente el presupuesto militar, el número de tropas de combate, ha marcado nuevas regiones como objetivo de la intervención militar y respaldado golpes militares en regiones tradicionalmente controladas por Estados Unidos. Sin embargo, la estrategia de retroceso de Obama tiene lugar en un contexto interno e internacional muy diferente. A diferencia de Reagan, Obama se enfrenta a una profunda y prolongada recesión/depresión, a déficits fiscales y comerciales generalizados, a un papel cada vez menor en la economía mundial y a una pérdida de dominio político en América Latina, Oriente Próximo, este de Asia y otros lugares. Mientras que Reagan se enfrentó a un decadente régimen comunista soviético, Obama se enfrenta a una creciente oposición a escala mundial desde una variedad de regímenes electorales independientes laicos, clericales, nacionalistas, democrático liberales y socialistas, y de movimientos sociales anclados en luchas locales.

La estrategia de retroceso de Obama es evidente desde sus primeras declaraciones en las que prometía reafirmar el dominio (‘liderazgo’) estadounidense en Oriente Próximo, su proyección de potencia militar generalizada en Afganistán y de expansión militar a Pakistán, y la desestabilización de regímenes a través una profunda intervención por medio de terceros, como en Irán y Honduras.

El hecho de que Obama persiga la estrategia de retroceso opera en una multifacética política de abierta intervención militar, de operaciones encubiertas a través de la ‘sociedad civil’ , de una retórica diplomática aparentemente benigna de sutil persuasión que depende en mucho de la propaganda mediática. Los importantes acontecimientos que se están desarrollando actualmente ilustran las políticas de retroceso puestas en marcha.

En Afganistán Obama ha más que duplicado el número de fuerzas militares estadounidenses que han pasado de 32.000 a 68.000. Durante la primera semana de julio sus comandantes militares emprendieron la mayor ofensiva militar única desde hace décadas en la provincia del sur afgano de Helmand para desplazar a la resistencia y al gobierno indígena.

En Pakistán el régimen Obama-Clinton-Holbrooke ejerció con éxito la máximo presión sobre el recién instalado régimen cliente de Zedari para emprender una ofensiva militar masiva y hacer retroceder a las fuerzas de la resistencia islámica operativas desde hace mucho tiempo en las regiones fronterizas del noroeste, mientras los drones [aviones teledirigidos] y los comandos de las fuerzas especiales estadounidenses bombardean y asaltan rutinariamente los pueblos y a los dirigentes locales pastún sospechosos de apoyar a la resistencia.

En Iraq, el régimen de Obama emprende el ridículo complot de reconfigurar el mapa urbano de Bagdad para incluir bases militares y operaciones estadounidenses, y hacer pasar el resultado por “retirar las tropas a sus barracas”. La multimilmillonaria inversión a largo plazo de Obama, su infraestructura militar a larga escala, incluyendo bases, campos de aviación e instalaciones, habla de una presencia imperial ‘permanente’, no de sus promesas de campaña de una retirada programada. Mientras que ‘la puesta en escena’ de elecciones fijas entre candidatos que son clientes certificados por Estados Unidos es la norma en Iraq y Afganistán, donde la presencia de tropas estadounidenses garantiza una victoria colonial, en Irán y Honduras Washington recurre a operaciones encubiertas para desestabilizar o derrocar a los presidentes en ejercicio que no apoyan las políticas de retroceso de Obama.

La operación encubierta y no tan visible en Irán encontró su expresión en un fracasado desafío electoral seguido de ‘manifestaciones masivas en las calles’ centradas en la afirmación de que la victoria electoral del anti-imperialista presidente en ejercicio Mahmoud Ahmadinejad fue el resultado de un ‘fraude electoral’. Los medios de comunicación de masas occidentales desempeñaron un papel fundamental durante la campaña electoral al proporcionar una cobertura favorable exclusivamente de la oposición y aspectos negativos del régimen en ejercicio. Los medios de comunicación de masas recubrieron las ‘noticias’ con propaganda a favor de los manifestantes al presentar selectivamente la cobertura para deslegitimar las elecciones y a los altos cargos electos, y hacerse eco de las acusaciones de ‘fraude’. El éxito de propaganda de la campaña de desestabilización orquestada por Estados Unidos incluso encontró un eco entre amplias secciones de lo que pasa por la ‘izquierda’ estadounidense la cual ignora la enorme financiación coordinada por Estados Unidos de grupos y políticos iraníes clave involucrados en las protestas en las calles. ‘Periodistas free-lance’ neo-conservadores, liberales e izquierdistas itinerantes, como Reese Erlich, defendieron la campaña de desestabilización desde su propio punto de vistas estratégico particular como ‘un movimiento democrático popular contra el fraude electoral’.

Los animadores de derecha/izquierda de los proyectos de desestabilización estadounidenses no consideraron varios factores explicativos clave:

1. Por ejemplo, ninguno de ellos habló del hecho de que varias semanas antes de las elecciones un riguroso estudio dirigido por dos encuestadores estadounidenses había revelado unos resultados electorales muy cercanos al resultado real de las elecciones, incluidas las provincias étnicas en las que la oposición afirmó que había habido fraude.

2. Ninguno de los críticos habló de los 400 millones de dólares concedidos por la administración Bush para financiar el cambio de régimen, la desestabilización interna y las operaciones terroristas transfronterizas. Muchos de los estudiantes y de las ONG de la ‘sociedad civil’ en las manifestaciones recibieron fondos de fundaciones y ONG extranjeras, financiadas a su vez por el gobierno estadounidense.

3. Las acusaciones de fraude electoral se elaboraron después de que se anunciaran los resultados de las elecciones. Durante todo el periodo previo a las elecciones, especialmente cuando las oposición creían que iba a ganarlas, ni los estudiantes que luego se manifestaron ni los medios de comunicación de masas occidentales ni los periodistas freelance hablaron de un fraude inminente. Durante todo el día de las elecciones, con observadores de la oposición en cada colegio electoral, ni los medios de comunicación ni los observadores internacionales y los izquierdistas que apoyaban a la oposición señalaron que se hubiera intimidado a los votantes o hubiera habido fraude. Los observadores de los partidos de la oposición estuvieron presentes para controlar todo el proceso de recuento de votos y, sin embargo, sólo con raras excepciones, no hubo entonces afirmaciones de pucherazo. De hecho, excepto una dudosa afirmación del periodista free-lance Reese Erlich, ninguno de los medios de comunicación del mundo afirmó que hubiera habido más votos de los censados. E incluso se admitió que las afirmaciones de Erlich se basaban en ‘relatos anecdóticos’ de fuentes anónimas entre sus contactos en la oposición.

4. Durante la primera semana de protestas en Teherán los dirigentes estadounidenses, los de la Unión Europea y los israelíes no cuestionaron la validez del resultado de las elecciones. En cambio condenaron la represión de los manifestantes por parte del régimen. Evidentemente, sus bien informados operativos de inteligencia y embajadas proporcionaron una valoración más acertada y sistemática de las preferencias de los votantes iraníes que la propaganda urdida por los medios de comunicación de masas occidentales y los tontos útiles entre la izquierda anglo-estadounidense.

La oposición electoral y en las calles respaldada por Estados Unidos en Irán fue diseñada para llevar al límite una campaña de desestabilización, con la intención de hacer retroceder la influencia iraní en Oriente Próximo, minar la oposición de Teherán a la intervención militar estadounidense en el Golfo, a su ocupación de Iraq y, sobre todo, el desafío por parte de Irán a la proyección de poder militar de Israel en la región. Durante años la política y la propaganda anti-iraní ha estado fuertemente influenciada a diario por toda la configuración de poder en favor de Israel existente en Estados Unidos. Esto incluye a 51 presidentes de las principales organizaciones judías de Estados Unidos con más de un millón de miembros y varios miles de funcionarios a tiempo completo, multitud de escritores y comentaristas que dominan las páginas de opinión tanto de los influyentes Washington Post, Wall Street Journal, New York Times como de la prensa amarilla.

La política de Obama de hacer retroceder la influencia iraní se basó en un proceso en dos etapas: apoyar a una coalición de disidentes del clero, liberales pro-occidentales, disidentes demócratas y derechistas vicarios de Estados Unidos. Una vez que llegaran el poder, Washington empujaría a los clérigos disidentes a alianzas con sus aliados estratégicos entre los liberales y derechistas pro-occidentales, que entonces cambiarían la política de acuerdo con los intereses imperialistas estadounidenses y coloniales israelíes cortando el apoyo a Siria, Hizbola, Hamás, Venezuela, la resistencia iraquí y abrazando a los clientes saudí-iraquí-jordanos pro-estadounidenses. En otras palabras, la política de retroceso de Obama está diseñada para volver a situar a Irán en su alineamiento político anterior a 1979.

La [estrategia] por parte de Obama de hacer retroceder a regímenes electos críticos para imponer clientes acomodaticios encuentra otra expresión en el reciente golpe militar en Honduras. El uso del alto mando del ejército de Honduras y de los viejos vínculos de Washington con la oligarquía local, que controla el Congreso y el Tribunal Supremo, facilitó el proceso y obvió la necesidad de una intervención directa estadounidense —como fue el caso en otras recientes campañas golpistas. A diferencia de Haití donde hace sólo una década intervinieron los marines estadounidenses para derrocar al democráticamente elegido Bertrand Aristide y respaldaron abiertamente el fallido golpe contra el presidente Chávez en 2002 y, más recientemente, financiaron el chapucero golpe contra el presidente electo Evo Morales en septiembre de 2008, las circunstancias de la implicación estadounidense en Honduras fueron más discretas para posibilitar un ‘desmentido creíble’.

La ‘presencia estructural’ y los motivos de Estados Unidos en relación al derrocado presidente Zelaya son fácilmente identificables. Históricamente Estados Unidos ha adiestrado y ha tratado con prácticamente todo el cuerpo de oficiales de Honduras y ha mantenido una profunda penetración en todos los altos niveles gracias a consultas diarias y a una planificación estratégica común. A través de su base militar en Honduras los agentes de la inteligencia militar del Pentágono mantienen estrechos contactos tanto para llevar a cabo las políticas como para seguir la pista de todos los movimientos políticos por parte de todos los actores políticos. Como Honduras está tan fuertemente militarizada ha servido de importante base para la intervención militar estadounidense en la región: en 1954 se lanzó desde Honduras el golpe con éxito respaldado por Estados Unidos contra el presidente guatemalteco elegido democráticamente. En 1960 se lanzó desde Honduras la invasión del exilio cubano orquestada por Estados Unidos. Desde 1981 a 1989 Estados Unidos financió y adiestró a más de 20.000 mercenarios de la ‘contra’ en Honduras que integraban el ejército de escuadrones de la muerte para atacar al gobierno sandinista nicaragüense elegido democráticamente. Durante los primeros siete años del gobierno de Chávez los regímenes hondureños se aliaron incondicionalmente a Washington en contra del regimen popular de Caracas.

Obviamente, nunca ha habido o podría haber un golpe militar contra ningún régimen títere de Estados Unidos en Honduras. La clave del cambio de la política estadounidense en relación a Honduras se produjo en 2007-2008 cuando el presidente liberal Zelaya decidió mejorara las relaciones con Venezuela para asegurar el generoso subsidio de petróleo y la ayuda exterior de Caracas. Posteriormente Zelaya entró en ‘Petro-Caribe’, una asociación del Caribe y Centroamérica organizada por Venezuela para suministrar petróleo y gas a largo plazo y bajo coste para satisfacer las necesidades de los países miembro. Más recientemente, Zelaya se unió al ALBA, una organización de integración regional patrocinada por el presidente Chávez para promocionar más intercambios comerciales e inversiones entre sus países miembro en oposición al pacto de libre mercado promovido por Estados Unidos conocido como el ALCA.

Dado que Washington considera a Venezuela una amenaza y una alternativa a su hegemonía en América Latina, el alineamiento de Zelaya con Chávez en cuestiones económicas y su postura crítica respecto a la intervención estadounidense lo convirtieron en un objetivo probable de los planificadores de golpes estadounidenses deseosos de convertir a Zelaya en un ejemplo y preocupados por su acceso a las bases militares hondureñas, tradicional punto de lanzamiento de su intervención en la región.

Washington asumió equivocadamente que un golpe en una pequeña ‘república bananera’ (de hecho, la república bananera original) en Centroamérica no provocaría ninguna protesta importante. Creyeron que el ‘retroceso’ centroamericano serviría de advertencia a otros regímenes con mentalidad independiente en la región del Caribe y Centroamérica de lo que les espera si se alienan con Venezuela.

La mecánica del golpe es bien conocida y pública: el ejército hondureño secuestró al presidente Zelaya y lo “exilió” a Costa Rica, los oligarcas nombraron “presidente” a uno de los suyos en el Congreso, mientras sus colegas del Tribunal Superior de Justicia proporcionaban un falaz argumento legal.

Los gobiernos de América Latina, desde la izquierda a la derecha, condenaron el golpe y reclamaron el restablecimiento del presidente legalmente elegido. El presidente Obama y la secretaria de Estado Clinton, que no estaban dispuestos a renegar de sus clientes, condenaron la violencia sin más especificaciones y pidieron negociaciones entre los poderosos usurpadores y el debilitado presidente en el exilio —un claro reconocimiento del papel legítimo de los generales hondureños como interlocutores.

Una vez que la Asamblea General de Naciones Unidas condenó el golpe y que la Organización de Estados Americanos (OEA) exigió la restitución de Zelaya, Obama y la secretaria Clinton condenaron finalmente el derrocamiento de Zelaya, aunque se negaron a llamarlo “golpe”, lo que de acuerdo con la legislación de EEUU habría dado lugar automáticamente a una suspensión total de su paquete anual de ayuda militar y económica (80 millones de dólares) a Honduras. Mientras que Zelaya se reunió con todos los jefes de Estado latinoamericanos, el presidente Obama y la secretaria Clinton le remitieron a un funcionario de rango menor a fin de no debilitar a sus aliados de la Junta de Honduras. Todos los países de la OEA retiraron a sus embajadores, salvo Estados Unidos, cuya embajada comenzó a negociar con la Junta para ver cómo se podría salvar la situación en la que ambos se encontraban cada vez más aislados —especialmente ante el hecho de la expulsión de Honduras de la OEA.

Que Zelaya regrese finalmente a su puesto o que la Junta respaldada por Estados Unidos continúe en el cargo durante un periodo prolongado de tiempo mientras Obama y Clinton sabotean su regreso inmediato a través de prolongadas negociaciones, la cuestión clave de la estrategia de retroceso promovida por Estados Unidos ha sido extremadamente costosa desde el punto de vista diplomático y político.

El golpe en Honduras respaldado por Estados Unidos demuestra que, a diferencia de la década de 1980, cuando el presidente Ronald Reagan invadió Granada y el presidente George Bush (padre) invadió Panamá, la situación y el perfil político de América Latina (y del resto del mundo) han cambiado drásticamente. Entonces los militares y los regímenes pro-estadounidenses de la región aprobaron en general las intervenciones de Estados Unidos y colaboraron; algunos protestaron ligeramente. Hoy en día, el centro-izquierda, e incluso los regímenes electorales de la derecha, se oponen a los golpes militares en cualquier parte [porque los ven] como una amenaza potencial para su propio futuro.

Es igualmente importante que, habida cuenta de la grave crisis económica y del aumento de la polarización social, lo último que quieren los correspondientes regímenes es un sangrante malestar interno estimulado por crudas intervenciones imperiales de Estados Unidos. Por último, las clases capitalistas de los países latinoamericanos de centro-izquierda quieren estabilidad porque pueden cambiar el equilibrio de poder a través de las elecciones (como en los recientes casos de Panamá y Argentina) y los regímenes militares favorables a Estados Unidos pueden alterar sus crecientes lazos comerciales con China, Oriente Próximo y Venezuela/Bolivia.

La estrategia de retroceso global de Obama incluye la construcción de bases de misiles en Polonia y la República Checa, no muy lejos de la frontera con Rusia. Obama está empujando fuerte para incorporar a Ucrania y a Georgia en la OTAN, lo que aumentará la presión militar de Estados Unidos en el flanco sur de Rusia. Aprovechando la “plasticidad” del presidente ruso Dimitry Medvedev (siguiendo las huellas de Mikail Gorbechov), Washington se ha asegurado el libre paso de tropas y armamento estadounidenses a través de Rusia hasta el frente afgano; la aprobación de Moscú de nuevas sanciones contra Irán, y reconocimiento y apoyo al régimen tutelado de EEUU en Bagdad. Los responsables de Defensa rusos cuestionarán probablemente el obsequioso comportamiento de Medvedev en cuanto Obama avance en su proyecto de estacionar misiles nucleares a cinco minutos de Moscú.

Hacer retroceder: fallos predecibles y efecto boomerang

La estrategia de retroceso de Obama cuenta con un renacimiento de políticas derechistas de masas para legitimar la reafirmación del dominio estadounidense. A lo largo de 2008 en Argentina cientos de miles de manifestantes de clase media y baja salieron a las calles en el interior del país bajo la dirección de las asociaciones de grandes terratenientes pro-estadounidenses para desestabilizar el régimen de centro-izquierda de Fernández. En Bolivia, cientos de miles de estudiantes de clase media, empresarios, propietarios y afiliados a ONG, tomaron Santa Cruz y otras cuatro provincias ricas y, bien financiados por el embajador Goldberg, por la Agencia para el Desarrollo Internacional y la Donación Nacional para la Democracia se lanzaron a las calles, generando el caos y asesinando a 30 indígenas seguidores del presidente Morales en un intento de expulsarle del poder. Similares manifestaciones masivas de derechas han tenido lugar en el pasado en Venezuela y más recientemente en Honduras y en Irán.

La idea de que las manifestaciones masivas de sectores acomodados gritando “democracia” da legitimidad a los intentos deslegitimadores de EEUU contra sus adversarios democráticamente elegidos es una idea promulgada por cínicos propagandistas en los medios de comunicación y repetida como loros por crédulos y “progresistas” periodistas free-lance que nunca han entendido los fundamentos de clase en la política de masas.

El golpe hondureño de Obama y el esfuerzo de desestabilización financiado por Estados Unidos en Irán tienen mucho en común. Ambos tienen lugar en contra de los procesos electorales en los que los críticos de las políticas de Estados Unidos derrotaron a las fuerzas sociales favorables a Washington. Habiendo perdido la “opción electoral”, la estrategia de retroceso de Obama trata de que la política extraparlamentaria de masas legitime los intentos de la elite para hacerse con el poder: en Irán a través de clérigos disidentes, y en Honduras por los generales y oligarcas.

Tanto en Honduras como en Irán, los objetivos de la política exterior de Washington eran los mismos: hacer retroceder a los regímenes cuyos dirigentes rechazaron la tutela de Estados Unidos. En Honduras, el golpe sirve de “lección” para intimidar a otros países centroamericanos y del Caribe que se han salido de la órbita de Estados Unidos y se han unido a los programas de integración económica encabezados por Venezuela. El mensaje de Obama es claro: esos movimientos tendrán como resultado el sabotaje orquestado de Estados Unidos y sus represalias.

A través de su apoyo al golpe militar, Washington recuerda a todos los países de América Latina que Estados Unidos todavía tiene capacidad para aplicar sus políticas a través de las elites militares latinoamericanas, a pesar de que sus propias fuerzas armadas están atadas de pies y manos en guerras y ocupaciones en Asia y Oriente Próximo, y de que su presencia económica esté disminuyendo. Del mismo modo, en Oriente Próximo, la desestabilización del régimen iraní por parte de Obama está destinada a intimidar a Siria y a otros críticos de la política imperial de Estados Unidos, y a tranquilizar a Israel (y a quienes configuran el poder sionista en Estados Unidos) respecto a que Irán sigue ocupando un lugar importante en su agenda de retrocesos.

La política de Obama de hacer retroceder sigue los pasos, en muchos sentidos cruciales, del presidente Ronald Reagan (1981-1989). Al igual que Reagan, la presidencia de Obama tiene lugar en un momento de retirada estadounidense, de disminución de poder y de avance de la política anti-imperialista. Reagan hizo frente a las secuelas de la derrota de Estados Unidos en Indochina, al éxito de la difusión de las revoluciones anti-coloniales en el sur de África (especialmente Angola y Mozambique), al éxito de la rebelión democrática en Afganistán, a una victoriosa revolución social en Nicaragua y a grandes movimientos revolucionarios en El Salvador y Guatemala. Al igual que hoy Obama, Reagan puso en marcha una estrategia militar asesina para hacer retroceder estos cambios a fin de socavar, desestabilizar y destruir a los adversarios del imperio de Estados Unidos.

Obama se enfrenta a un conjunto similar de condiciones adversas en la actual era post-Bush: avances democráticos en toda América Latina con nuevos proyectos de integración regional que excluyen a Estados Unidos; derrotas y estancamientos en Oriente Próximo y en Asia meridional; una proyección de poder ruso reactivado y fortalecido en las repúblicas ex–soviéticas; la disminución de la influencia de Estados Unidos en los compromisos militares de la OTAN; una pérdida de credibilidad política, económica, militar y diplomática como resultado de la depresión económica mundial inducida por Wall Street y la prolongación sin éxito de guerras regionales.

Al contrario que la de Obama, la estrategia de retroceso de Ronald Reagan tuvo lugar bajo circunstancias favorables. En Afganistán, Reagan consiguió el apoyo de todo el mundo musulmán conservador y operó a través de los feudales dirigentes tribales afganos, que resultaron ser clave, contra un régimen reformista, de base urbana y respaldado por los soviéticos en Kabul. Obama está en la posición inversa en Afganistán. La vasta mayoría de los afganos y la inmensa mayoría de la población musulmana en Asia se oponen a su ocupación militar.

La estrategia de retroceso de Reagan en Centroamérica, especialmente su invasión mercenaria de la Contra en Nicaragua, contó con el apoyo de Honduras y de todas las dictaduras militares pro-estadounidenses en Argentina, Chile, Bolivia y Brasil, así como de los gobiernos civiles de derechas de la región. En contraste, el golpe de reversión de Obama en Honduras y en el exterior se enfrenta con regímenes electorales democráticos en toda la región, una alianza de regímenes nacionalistas de izquierda encabezada por Venezuela y organizaciones regionales económicas y diplomáticas firmemente opuestas a cualquier retroceso a la dominación y a la intervención de Estados Unidos. La estrategia de retroceso de Obama se halla ante un absoluto aislamiento político en toda la región.

La política de hacer retroceder de Obama no puede ejercer la “mano dura” económica para obligar a los regímenes en Oriente Próximo y Asia a que apoyen sus políticas. Ahora existen mercados asiáticos alternativos, inversiones extranjeras de China, la profundización de la depresión estadounidense y la desinversión en el exterior de bancos y multinacionales de Estados Unidos. A diferencia de Reagan, Obama no puede combinar la zanahoria económica con el palo militar. Obama tiene que recurrir a la opción militar menos eficaz y menos costosa en un momento en que el resto del mundo no tiene ningún interés ni voluntad de proyectar poder militar en regiones de escasa importancia económica o a cuyos mercados se puede acceder a través de acuerdos económicos.

El lanzamiento de la estrategia global de retroceso de Obama ha tenido un efecto boomerang incluso en su fase inicial. En Afganistán, la gran acumulación de tropas y la ofensiva masiva contra las plazas fuertes de los “talibán” no ha dado lugar a grandes victorias militares, ni siquiera a enfrentamientos. La resistencia se ha retirado, mezclada con la población local, y probablemente recurra a una guerra de desgaste prolongada, descentralizada y a pequeña escala, diseñada para comprometer a varios miles de efectivos militares en un mar hostil de afganos, sangrando la economía de Estados Unidos, aumentando sus bajas sin resolver nada y, eventualmente, probando la paciencia de la opinión pública estadounidense profundamente inmersa en la actualidad en las pérdidas de puestos de trabajo y en la rápida disminución del nivel de vida.

El golpe llevado a cabo por los militares hondureños y respaldado por Estados Unidos ya ha reafirmado el aislamiento político y diplomático estadounidense en el Hemisferio. El régimen de Obama es el único de los países importantes que ha mantenido a su embajador en Honduras, el único país que se niega a considerar el golpe militar como un “golpe”, y el único que mantiene la ayuda económica y militar. Más que establecer un ejemplo del poder de Estados Unidos para intimidar a los países vecinos, el golpe ha reforzado la convicción entre todos los países de Sudamérica y Centroamérica de que Washington está tratando de volver a los “viejos malos tiempos” de regímenes militares pro-estadounidenses, al saqueo económico y a los mercados monopolizados.

Lo que los asesores de política exterior de Obama no han logrado entender es que no pueden poner a sus “Humpty Dumpty”** juntos de nuevo; que no pueden volver a la época de [la estrategia de] retroceso de Reagan, de los bombardeos unilaterales contra Iraq, Yugoslavia y Somalia, de Clinton, ni a su saqueo de América Latina.

Ninguna región, país o alianza de importancia seguirá a Estados Unidos en su ocupación colonial armada en países de la periferia (Afganistán/Pakistán) o incluso centrales (Irán) aunque se unan a Estados Unidos en las sanciones económicas, las guerras y los esfuerzos de desestabilización electoral en contra de Irán.

Ningún país latinoamericano tolerará otro golpe militar de Estados Unidos contra un presidente democráticamente elegido, incluso los regímenes nacionales populistas que divergen de la política económica y diplomática estadounidense. El gran temor y el horror ante el golpe respaldado por Estados Unidos se deriva del recuerdo por parte de toda la clase política latinoamericana de la pesadilla de los años de dictaduras militares apoyadas por Estados Unidos.

La ofensiva militar de Obama, su estrategia de hacer retroceder para recuperar el poder imperial, está acelerando el declive de la República Estadounidense. El aislamiento de su administración se pone cada vez más de manifiesto por su dependencia de los “Israel primero” que ocupan su administración y el Congreso, así como los influyentes expertos pro-israelíes en los medios de comunicación que identifican el retroceso con la propia confiscación de tierras palestinas por parte de Israel y las amenazas militares a Irán.

El retroceso tiene efecto boomerang. En vez de recuperar la presencia imperial, Obama ha sumergido la República y, con ella, al pueblo estadounidense en una mayor miseria e inestabilidad.

Los libros más recientes de lames Petras son Whats Left in Latin America, del que es co-autor junto con Henry Veltmeyer (Ashgate press 2009) y Global Depression and Regional Wars (Clarity press 2009 –agosto).

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(*) N de las t.: El título en ingles reza: “Obama's Rollback Strategy: Honduras, Iran, Pakistan, Afghanistan (and the Boomerang Effect)” en el que ‘rollback’ se utiliza con el significado que adquirió durante el periodo de la Guerra Fría y, según el autor, “en el sentido de hacer retroceder, revertir o volver a una situación previa para recuperar espacios políticos perdidos a partir de la derrota de los que previamente ganaron”.

(**) N. de las t.: Humpty Dumpty es una famosa canción infantil en el mundo anglosajón. La cita hace referencia a lo que el autor dice a continuación, que Obama no puede reconstruir el pasado.