jueves, 5 de junio de 2008

La justicia armada-Entrevista con el doctor Miguel Antonio D’Estéfano Pisani

La injusticia armada
Luis Hernández Serrano
"Estoy convencido de que el proceso seguido contra los cinco prisioneros políticos cubanos encarcelados en Norteamérica, es realmente una monstruosidad jurídica y una responsabilidad internacional de Estados Unidos. Hay que dejar bien sentado esto."
Así comienza la entrevista exclusiva de Juventud Rebelde con el doctor Miguel Antonio D’Estéfano Pisani. Premio Nacional de Ciencias Sociales de 1997, una de las personalidades contemporáneas más preclaras de nuestro país en el campo del Derecho Internacional Público, Miembro de Honor de la Unión de Juristas de Cuba y Presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional.
"Cuando se habla de este proceso contra ellos, yo insisto en que no se trata solo de un fallo absurdo, arbitrario, inadecuado, improcedente, amañado, sino de que es en realidad lo que los juristas llamamos un típico caso de denegación de justicia, por la cual no responde ni un solo juez ni un Jurado completo, sino los gobernantes del Estado donde se llevó a cabo tal proceder injusto e ilegal."
Aclara D’Estéfano que el Derecho Internacional establece con claridad que en los casos de esta naturaleza, quien tiene que responder por la actuación legislativa, ejecutiva, judicial o de cualquier otra índole, es el Estado, "de modo que ahora mismo emplazamos por eso a Estados Unidos y denunciamos su responsabilidad internacional en todo este crimen sobre el cual se ha tirado un velo de silencio también criminal".
"El Derecho es el arte de lo bueno y de lo justo, y de dar a cada uno lo que es suyo. Por eso en este día del 25 aniversario de la Unión de Juristas de Cuba, creo necesario hablar, sobre todo, de algunas cuestiones vinculadas con los cinco Héroes que están prisioneros por sus ideas políticas en Estados Unidos. Ese es un derecho mío, pero también de nuestro pueblo y en particular de ellos. ¿No lo cree usted?
El 31 de julio nuestro entrevistado cumplirá 84 años. Es el jurista cubano de más edad en activo, graduado hace 61 años, en 1941, en la Universidad de La Habana. Ha sido abogado durante casi dos décadas, más de 40 años Profesor Titular en la colina universitaria y del Instituto Superior de Relaciones Internacionales y autor de unos 50 títulos en materia civil, penal, procesal e internacional público y de otros 25 libros en colaboración.
"Como soy jurista, es decir, un estudioso del Derecho y veo la especialidad científicamente, con más profundidad, tengo que mencionar a esos cinco muchachos encarcelados contra todas las normas y decirlo de manera pública una vez más, ahora que el señor W. se ha declarado una especie de campeón en la lucha contra el terrorismo, enfatizar que es algo insólito tener entre rejas de presidiarios a quienes sí son campeones en la batalla justa contra el verdadero terror."
"Todo el mundo debe saber y el que lo sabe no puede olvidarlo, que esos jóvenes precisamente están condenados por proteger a Cuba y a los propios Estados Unidos del terrorismo abierto y encubierto de la fauna de Miami. Estoy convencido de que el proceso contra estos hermanos es realmente una ignominia más de Estados Unidos."
CRIMEN CON DISFRAZ DE JUSTICIA
"Se les juzgó en Miami, el sitio más inadecuado. Cualquier lugar hubiera sido mejor. Lo escogió la ultraderecha norteamericana y la mafia, por razones obvias. El Jurado fue designado de modo arbitrario y discriminatorio. Y al terminar el juicio, de manera improvisada, casi sin simular siquiera qué pensaban, se fingió una deliberación que fue muy rápida y declaró la culpabilidad de los acusados de delitos no probados".
Precisa el también Asesor del Canciller de la Dignidad, Raúl Roa, que cualquier Jurado del planeta, incluso en otro lugar que no fuera Miami, en Estados Unidos, hubiera invertido algunas horas y hasta varios días, en las deliberaciones, pero en el caso de la componenda de la "república bananera", esto se hizo en dos o tres minutos, porque estaba ya todo malignamente prejuzgado.
"Se presentaron elementos amañados, sin ningún valor probatorio. Sin embargo, desestimaron el testimonio documentado y firme de altos militares norteamericanos. Sus argumentos no se tuvieron en cuenta como pruebas y, en cambio, se dio crédito a lo expresado por la fauna contrarrevolucionaria de Miami."
Argumenta además D’Estéfano que al final se impusieron cargos extemporáneos, que no habían sido imputados antes en el proceso y se dicta un fallo también inadecuado, sin relacionarse legalmente con los elementos concurrentes. No se consideró ningún dato o detalle atenuante, ningún elemento eximente y, por el contrario, se consideraron elementos agravantes que no existían.
"Y, en los últimos momentos, fueron remitidos a cinco prisiones diferentes, extraordinariamente lejanas unas de otras, luego de 17 meses confinados y en solitario, lo cual en Estados Unidos procesalmente se debe hacer en una semana. Además, en prisión se les han negado los derechos más elementales, los que todo recluso tiene en el mundo."
Asegura el también Profesor de Mérito, quien arrojó luz en 1943 sobre la supuesta delincuencia de los indios en Cuba, que lo único serio del proceso contra los cinco prisioneros políticos cubanos fueron sus alegatos individuales y la labor de los abogados defensores norteamericanos que actuaron con honestidad y valentía.
"Se convencieron ellos mismos de la inocencia de nuestros compañeros, lo cual es la mejor prueba de ella. Se impresionaron tanto de su actitud, con lo que hicieron, con la sana misión que tenían allí en Miami, sin afectar en nada absolutamente a Estados Unidos, que los defendieron a plenitud y los siguen defendiendo, no obstante ser abogados de oficio, o sea, no pagados por las partes, sino una función transitoria.
EVOCAR LA HISTORIA
Refiere D’Estéfano que un día como hoy es bueno recordar que juristas fueron Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, José Martí y jurista es Fidel Castro. "Pero fíjese que en esto hay una secuencia lógica no casual, sino causal y lo demuestra la propia afirmación fidelista de que en Cuba ha habido una sola Revolución, la iniciada en 1868 y continuada en 1959.
"Evoco el hecho de que Cuba ha tenido, desde la época mambisa hasta hoy, una pléyade de grandes juristas. Los 10 000 que actúan hoy en todo el país, son sus herederos legítimos en la base, en los municipios, provincias y en la nación."
Comenta que uno de los primeros aportes de los juristas en la manigua fue hacer constituciones como, por ejemplo, la de Jimaguayú. Del espíritu de esas leyes se nutrió la Constitución de 1976, que por venir de una base social sólida, sigue siendo válida ahora.
"Indigna lo dicho en Miami por el señor W. En la Cuba de antes hubo constituciones, pero todas se violaron, la letra iba por una parte y la vida por otra. Bush habla de democracia, pero de la representativa, hoy en crisis en toda América Latina, porque donde hay hambre, enfermedad, miseria, desempleo, analfabetismo, incultura, niños sin maestros ni escuelas ni médicos, no puede haber democracia."
"Ignora W. que el enciclopedista Juan Jacobo Ruseau, uno de los teóricos de la Revolución Francesa, dijo que nadie puede ejercer la representatividad de otro. E ignora también que nosotros, los cubanos, somos nuestros propios representantes, porque nuestra democracia, la de los muchos, es participativa."
"La democracia de que habla el Emperador W. no cumple el hermoso legado de Abraham Lincoln de que debe ser del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
"El pasado 20 de mayo Bush habló de volver a la Cuba de antes de 1959. Ignora igualmente el diferendo histórico entre Cuba y Estados Unidos. Que intervinieron en la Isla en 1898 para frenar nuestra independencia, en la época en que como dijo Raúl Roa: ‘ya se diferenciaba el ajiaco del caldo gallego’.
"Desconoce W. que en 1901, en plena Constituyente, Juan Gualberto Gómez, interpretando el sentir del pueblo cubano, alertó al referirse a la Enmienda Platt: ‘Si esto nos lo hace Estados Unidos a título de amigo, ¿qué nos haría a título de enemigo?’"
Hoy podríamos decirle a Juan Gualberto que tenía mucha razón, pues en 43 años de agresiones hemos sabido qué nos hace el imperio a título de enemigo.
"Sépase que el embajador yanqui míster Bonsal, en sus Memorias, dice que él en Cuba era el segundo personaje después del presidente Batista, lo cual es una modestia suya, porque en verdad fue el primer personaje. Y se demuestra a mediados de diciembre de 1958, cuando el otro embajador norteamericano, Smith, en su libro El cuarto piso, expresa que se sintió abochornado de pedirle al dictador que se fuera ya del país.
"Por conocer bien nuestra historia es que me indigna lo dicho por el Señor W. a la mafia sobre el terrorismo. Hay dos tipos, el de Estado y el Internacional. El de la CIA es de Estado y el de la propia mafia, es internacional. Y los dos son practicados y aupados por Estados Unidos.
"No olvido la palabra Remember esgrimida por Norteamérica cuando perdió soldados en su despojo a México en 1848 en Álamo. Su Remember cuando explotaron el Maine. Su Remember cuando Pearl Harbor, que lo conocieron antes de ocurrir. Y habría que ver qué conocía W. de las torres gemelas. Hay un proverbio italiano que reza: Se non e vero, é ven trovato, es decir: Si no es verdad, algo hay.
"En fin, todas las agresiones al mundo y a nosotros y el bloqueo criminal yanqui de más de cuatro décadas, me han recordado una formidable frase de Aristóteles de hace 2 500 años: No hay nada más monstruoso que la injusticia armada. Y yo creo que eso ha sido siempre Estados Unidos, la injusticia armada, nosotros lo sabemos bien en carne propia."

No hay comentarios: